AS.– El mismo día en que Vinicius Júnior declaraba en un juzgado de Madrid por los insultos racistas que recibió en Mestalla la temporada anterior, y puso de nuevo la problemática del racismo encima de la mesa, en el Cartagena-Espanyol de la Liga Hypermotion se tuvo que activar el protocolo para este tipo de casos de nuevo al recibir un futbolista del Espanyol una agresión verbal cuando iba a realizar un saque de banda. Los casos racistas se siguen produciendo y los futbolistas no los pasan por alto. El colegiado del encuentro, Luis Mario Milla Alvéndiz, lo explicó en el acta:
“En el minuto 28, me comunica el jugador número 31 visitante, Don Omar El Hilali, que está recibiendo insultos racistas por parte de una persona del público. De manera inmediata, se activa el protocolo por racismo, no reanudando el juego hasta dar aviso público por la megafonía del estadio. Se continúa el encuentro sin más incidencia. Una vez finalizado el partido, y estando en el túnel de vestuario, me comunica el coordinador de seguridad que han identificado al autor de dichos insultos racistas, desalojándolo del estadio”.
El futbolista del Espanyol advirtió al colegiado de la situación que había vivido sin alteraciones y esperó a que se dieran los pasos marcados por LaLiga para que el encuentro se volviera a reanudar. El equipo blanquiazul ganaba 0-1 y el jugador marroquí con pasaporte español estaba siendo uno de los más destacados. Y así siguió hasta el minuto 85, cuando fue sustituido por Óscar Gil. Posteriormente, en la sala de prensa, su técnico, Luis García, comentó que “fue por un tema racista. Hay que erradicarlo de la sociedad. Todos somos iguales. El Cartagena actuó de manera espectacular. Identificaron al aficionado, espero que no entre nunca más”. El propio jugador comentó que “el árbitro me ha preguntado si iniciaba el Protocolo contra el Racismo y le he dicho que por mi, perfecto, son acciones que no tienen cabida en nuestro fútbol, se ha actuado muy bien. Dar las gracias al Cartagena por cómo ha actuado, lo ha hecho muy bien, ojalá todos los clubes actúen así”.
Una explosión y un gran futuro con Marruecos
El lateral derecho del Espanyol, que siempre ha destacado por su madurez y acaba contrato el 30 de junio, está viviendo la temporada de su explosión en el primer equipo. Tras jugar Óscar Gil, subcampeón olímpico en Tokio e internacional absoluto por las bajas por COVID antes de la Eurocopa de 2021, las dos primeras jornadas, su bajo rendimiento le abrió la puerta al jugador de 20 años, que lo aprovechó. Ya se ha hecho con la titularidad después de una carrera labrada desde el barro.
Nacido en 2003 en el barrio de Santa Eulàlia de L’Hospitalet, sus padres lo inscribieron en el consulado de Marruecos, el país familiar. Tiene cinco hermanos y desde pequeño jugaba a fútbol en las calles del barrio hasta que se apuntó al club. Su padre trabajaba en la construcción y su madre se encargaba de las cosas de la casa y de la crianza de sus hijos. A todos ellos le tiraba el fútbol, pero Omar era el más destacado.
“Empezó jugando de extremo. Era rápido, físicamente muy fuerte y no paraba de marcar goles. De hecho, al Espanyol en edad infantil le hizo dos en un torneo. Ahí se fijaron en él”, cuenta un amigo del futbolista. Omar fichó por el Espanyol y tuvo que readaptarse. Lo colocaron de central hasta que Pol García, en edad cadete, lo situó de lateral, la posición que le permitió ser internacional sub-17 con Marruecos y donde logró evolucionar hasta el primer equipo. En 2021 obtuvo la nacionalidad española, aunque es un asiduo con la Sub-20.
Debutó con el Espanyol en 2021, en Segunda, con apenas 17 años. Le costó los dos años de Primera, donde no acabó de tener la oportunidad que ahora le ha dado Luis García. Su actitud ante este caso ha levantado los elogios de los aficionados del Espanyol en las redes sociales. El jugador regresó tranquilo y “agradecido” por la actitud del Cartagena y la identificación rápida del aficionado.
