ESDIARIO.- Hay cafres en todos los países y en todos los deportes. Es evidente que la palma se la llevan los aficionados al fútbol, pero ninguna otra disciplina se libra de que cualquier indeseable se cuele en las gradas.
El último incidente racista se vivió ayer mismo en el derbi navarro que disputaban en Tudela el Ribera Navarra y el Osasuna Magna correspondiente a la Primera División de fútbol sala.
El brasileño de Osasuna Alexandre Manoel Da Silva “Araça” consiguió el 0-3 a favor del Xota y en plena celebración del gol uno de sus compañeros, el capitán Roberto Martil, se enfrentó a un seguidor del Tudela que estaba insultando al goleador. “Negro de mierda“, le gritó desde la grada, lo que propició la lógica, y loable, reacción de su compañero.
