Levante.- Chica y de entre 12 a 15 años. Es el perfil de la víctima de los delitos sexuales cibernéticos (u online grooming) en España según un estudio realizado por Save the Children, en el que han analizado 400 sentencias judiciales de abusos sexuales a niños (33 específicas a través de Internet). De hecho, ser menor es un factor de riesgo para ser víctima de este tipo de agresión ya que la gran mayoría de denuncias que se interponen en la Comunitat Valenciana y en toda España por estos delitos sexuales cibernéticos tienen como víctima a un menor.
Así lo avalan los datos de este estudio: en la C. Valenciana el año pasado se interpusieron 118 denuncias por «online grooming» con menores como víctimas y eran el 89 % del total. En toda España, fueron 954 las denuncias de este tipo presentadas que implicaban a menores y en este caso también suponían la gran mayoría, el 84 % del total, según el informe Por una justicia a la altura de la infancia. Análisis de sentencias sobre abusos sexuales a niños y niñas en España hecho público por Save the Children.
Según el análisis de estas 33 sentencias judiciales (correspondientes a 61 casos) el perfil de la víctima es el de una chica (57,4 % de casos frente al 42,6 % de víctimas chicos). Del total, la edad más habitual de las víctimas era de 14 años, seguida de los 13, los 15 y los 12 años, con una edad media de 13 años. El perfil de las víctimas «online» varía algo con el de la víctima menor de abusos «físicos», donde 8 de cada 10 víctimas son niñas y con una media de 11 años.
El perfil del agresor
Del estudio de las sentencias, Save the Children también ha obtenido un perfil del agresor. Normalmente, no tienen antecedentes de ningún tipo (95,1 % de los casos) y en casi la mitad de los casos (47,5 %) suele ser alguien desconocido para los menores. En el 96.7 % de las sentencias estudiadas el fallo es condenatorio y la pena más impuesta fue de más de cinco años de prisión (en siete de cada diez sentencias).
El perfil de la víctima puede variar, pero el «modus operandi» de los agresores para cometer el delito se diferencia poco de lo que sucede cuando la agresión es física. «El abusador se va ganando poco a poco su confianza para involucrarlos en una actividad de contenido sexual, que puede ser desde hablar de sexo y obtener fotos o vídeos hasta mantener un encuentro sexual», señala Rodrigo Hernández, director de Save the Children en la Comunitat Valenciana.
De esta forma, desde la entidad entienden que no se trataría tanto de una nueva forma de violencia contra los menores como que este tipo de agresiones «ya existentes» han encontrado «un canal diferente» gracias al temprano acceso de los menores al mundo digital (internet es utilizado por el 95,1% de los niños y niñas de entre 10 y 15 años) y los niños y niñas siguen siendo las víctimas principales.
Destapado un caso en Valencia
Es lo que sucedió en uno de los casos de «online grooming» destapados por la organización en Valencia y que tuvo como víctimas a dos niños de 14 y 15 años que participaban en los programas de la organización. «Detectamos que un supuesto amigo de los niños, después de estar tiempo hablando con ellos y ganándose su confianza, les empezó a ofrecer dinero a cambio de fotografías y vídeos de contenido sexual a través de una red social. Ellos, además, manifestaban que nunca le habían visto en persona. Activamos nuestros protocolos y, tras la denuncia en la policía, descubrimos que era un hombre adulto que había abusado ya de más niños y niñas a través de internet. Podemos decir que gracias al trabajo de Save the Children esa persona ya no podrá abusar de más niños o niñas», explica Cintia Espada, técnica de Acción Social de la entidad en València.
Por último, el informe da pie a la entidad para reclamar «una justicia a la altura de la infancia» y que se acometan reformas para dar una mejor respuesta a las víctimas sobre todo en el tiempo de duración de los procesos judiciales. En el periodo analizado, el 67% de los procesos duraron entre dos y tres años. A nivel estatal, la organización recuerda que es necesario también que el Gobierno desarrolle una legislación específica que marque el camino para esta justicia especializada con juzgados específicos y una Fiscalía de violencia contra la infancia, además de formación inicial y constante para los operadores jurídicos.
Desde Save the Children apuesta también por incluir contenidos en educación en ciudadanía digital, así como educación afectivosexual, en el currículum de educación formal, además de su fomento en espacios de educación no formal, para promover un uso seguro y responsable de Internet por parte de los niños y niñas.