Un estudio revela que una parte importante de la comunidad hebrea se siente discriminada
ÁLVARO SÁNCHEZ. EL PAÍS.- Las respuestas de más de 16.000 judíos a una encuesta realizada a través de Internet por la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE han sacado a la luz el malestar de una parte importante de dicha comunidad con el trato que reciben en su entorno. El estudio se ha desarrollado en 12 países, entre ellos España, y su conclusión es demoledora: el antisemitismo sigue muy vivo en el continente. De entre la marea de cifras destacan varios datos: el 89% de los preguntados percibe un aumento del antisemitismo en su país en los últimos años. El 38% se ha planteado emigrar fuera de Europa porque no se siente seguro en el continente. Llegado el supuesto de replantearse su vida en Europa, una amplia mayoría elegiría Israel como destino, seguida a mucha distancia de Estados Unidos.
Internet aparece como el gran medio de propagación de antisemitismo, aunque una parte importante ve el problema extendido a la calle, los medios de comunicación y la política. Según el informe, el antisemitismo tiene implicaciones profundas en su vida cotidiana. Uno de cada cuatro se ha sentido acosado al menos una vez en el último año, si bien los que denuncian esas actitudes son una minoría. Y un 3% incluso afirma haber sido agredido por su condición en los últimos cinco años.
La Comisión Europea ha recibido los resultados como un mensaje de alarma. «El siglo XX conoció muchas enfermedades. La única que sigue incurable es el antisemitismo», advirtió el vicepresidente Frans Timmermans. Los afectados lamentan que las recetas de los Estados miembros no logran contener el fenómeno. Una mayoría de encuestados cree que los esfuerzos de la UE por combatir estos mensajes de odio son del todo ineficaces.
En España, el descontento con los medios de comunicación es patente. Con el delicado conflicto palestino-israelí de por medio, un 85% cree que el antisemitismo en los medios es un problema importante, el porcentaje más alto de los 12 países evaluados. «Lanzan noticias falsas a los ciudadanos que generan prejuicios», dice una joven encuestada en España.
En la docena de Estados que han participado en el estudio (Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Holanda, Hungría, Italia, Polonia, Reino Unido y Suecia), vive un 96% de la población judía de la UE. La situación en Francia, donde se estima que cerca del 1,6% de la población es judía, es especialmente inquietante. Casi el 80% de los judíos franceses percibe que el antisemitismo ha aumentado «mucho», el número más elevado.
En el país que dirige Emmanuel Macron, estudios recientes indican que los ataques provienen o tanto de la extrema derecha clásica como de jóvenes más o menos inspirados en la yihad. Entre los más graves figuran el asesinato de cuatro personas tiroteadas en un colegio confesional en Toulouse en 2012, o más recientemente el atentado contra el supermercado judío en 2015. «En lo que a mí respecta, escondo mi estrella de David según la situación en la que me encuentre. Es una vergüenza», explica en una francesa de unos cincuenta años. Más de 7.000 judíos franceses se trasladaron a Israel en 2014, el doble que el año anterior.
La discriminación a la hora de encontrar empleo o el miedo a acudir a lugares y eventos de la comunidad hebrea por no sentirse seguros son otras de las denuncias que recoge la encuesta, desarrollada entre mayo y junio de este año. «70 años después del Holocausto, los judíos deberían sentirse seguros y en casa en Europa, tanto si van a la sinagoga como si navegan por Internet», ha lamentado la comisaria de Justicia, Vera Jourová.