La candidata de los ecologistas europeos para sustituir a Juncker al frente de la Comisión pide que en la campaña a las europeas no se caiga en la trampa de la extrema derecha
AGENCIAS. EL CONFIDENCIAL.- La candidata de los ecologistas europeos para sustituir a Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión, la alemana Ska Keller, pide que en la campaña a las elecciones europeas no se caiga en la trampa de la extrema derecha, que dijo solo busca «polarizar a la población con xenófobos discursos sobre identidad«. En una entrevista con la gencia Efe, advirtió en contra de centrar la campaña de las elecciones al Parlamento Europeo (26 de mayo) en el presunto auge de la extrema derecha ni tampoco acceder a debatir sobre los temas que estas formaciones sitúan en el centro de la arena, como la inmigración.
«En las últimas elecciones en Alemania solo se hablaba del ascenso de la extrema derecha y el populismo, y luego no fueron tan relevantes. La inmigración a la UE se ha reducido en términos generales. Hablemos de otros asuntos que sí son clave como la crisis de la vivienda o el paro juvenil. Si no, estamos cayendo en su trampa», afirmó.
Ska Keller (Brandemburgo, 1981) empezó a militar a los 17 años en un movimiento antifascista para luchar contra los neonazis que en su ciudad natal pusieron a los inmigrantes en la diana. Preguntada sobre si siente que el fantasma del nazismo pueda levantarse de nuevo, dijo que no es tanto «extremismo violento» el que se abre hueco como ciertas actitudes de xenofobia, chovinismo y autoritarismo, que dijo son igualmente «peligrosas».
«Los partidos democráticos debemos evitar pactar con formaciones que abracen esas tendencias y dejar claros nuestros principios y respeto a los derechos fundamentales», explicó Keller, que censuró el pacto andaluz con Vox del PP y Ciudadanos porque, dijo, «legitima a la extrema derecha». «Si miras estadísticas en Europa, la extrema derecha no gana donde hay inmigración, sino donde no la hay», añadió Keller, que consideró que detrás del auge de la xenofobia no están problemas derivados de la integración de recién llegados, sino el paro y la exclusión social.
En ese sentido, para luchar contra la desafección a la UE de los más jóvenes, llamó a recordar que las políticas laborales y sociales son todavía competencia de los países y no de Bruselas, a la que dijo «siempre se tiende a echar la culpa de todo». Con 27 años fue elegida eurodiputada por primera vez. Diez años más tarde, como copresidenta del grupo ecologista en la Eurocámara, es la candidata única del ecologismo a la Comisión Europea, un puesto por el que ya compitió en 2014 (es la única «Spitzenkandidat» que por ahora repite este 2019).
Aunque siguen lejos de superar a los conservadores europeos, los partidos ecologistas en países como Suecia, Alemania o Bélgica ganan peso en el espacio político en detrimento, principalmente, de las formaciones socialdemócratas. Si muchos electores pasan del rojo al verde, cuenta, es porque la mayoría de Gobiernos socialdemócratas -aunque dice tener salvaguardas con el ejecutivo de Portugal- «están haciendo las mismas políticas neoliberales que los gobiernos conservadores».
Vegetariana, fiel a su bicicleta para llegar al Parlamento Europeo, y seguidora de Eurovisión, Keller además de alemán habla inglés, francés, turco, italiano y algo de español. Cuenta que algún ministro de Asuntos Exteriores se ha sorprendido alguna vez al verla por ser una mujer y tan joven. «¿Chica, donde está el presidente?», le han preguntado más de una vez, sin saber que está enfrente suyo. «La verdad es que si uno observa el hemiciclo no hay más que señores mayores con traje», reflexiona.
«Por supuesto que me enfrento a comportamientos machistas, ¿qué mujer no lo hace?», asegura esta política alemana, defensora de las cuotas, y que resopla cuando le recuerdan que en pleno movimiento «Me too» en el Parlamento Europeo el exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi ha anunciado que se presentará como eurodiputado esta primavera.
A finales de 2018, Keller fue a visitar a los políticos independentistas catalanes en prisión Oriol Junqueras y Raúl Romeva, con los que compartió grupo europarlamentario en el hemiciclo europeo en la pasada legislatura, ya que Romeva entonces aún pertenecía a ICV/Verts, y ERC forma parte de la coalición con los ecologistas de ALE (Alianza Libre Europea).
«Es horrible que estén en prisión. No sé qué aporta. Espero que tras el juicio que se celebrará pronto sean liberados», afirmó Keller, quien el pasado diciembre en el pleno de Estrasburgo pidió «diálogo» para Cataluña al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.