La Cámara de Casación ratificó la sentencia de 2018 que estableció penas de entre 5 y 9 años para seis skinheads.
DIARIO CLARÍN.- En mayo de 2018, en un fallo inédito, el Tribunal Oral Federal N°1 de Mar del Plata condenó a seis integrantes de un grupo neonazi, con penas de entre 5 y 9 años de prisión. La medida fue apelada por la defensa, pero ahora la Cámara Federal de Casación ratificó esa decisión judicial.
El grupo de neonazis de nueve personas perpetró diversos ataques en la ciudad balnearia, entre 2013 y 2016, cuyos objetivos fueron miembros de la comunidad trans y defensores de la igualdad de género.
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La pena que impusieron los jueces Roberto Falcone, Mario Portela y Bernardo Bibel, por unanimidad, tras una fundamentación breve del veredicto, es “por formar parte de una agrupación destinada a imponer sus ideas y combatir las ajenas por la fuerza o el temor; por el delito de pertenecer a una organización y realizar propaganda basada en ideas o teorías de superioridad de una raza, religión o grupo étnico”.
Alan Olea, Gonzalo Paniagua y Oleksander Levchenko recibieron las penas mayores, de nueve años y seis meses de prisión. Nicolás Caputo fueron condenados a ocho años y seis meses, y Giuliano Spagnolo, a cinco años y seis meses de prisión. Franco Pozas tuvo la pena más baja: cuatro años y seis meses.
En tanto, fue absuelto Giordano Spagnolo. Los condenados ya están detenidos en los penales de Ezeiza, Batán y Devoto y seguirán allí.
Para César Sivo, abogado de Lucas Alan Baima, atacado brutalmente en Plaza España con caños de PVC rellenados con cemento, «se trata de un fallo sin antecedentes, que sin ninguna duda marcará un precedente en la justicia nacional y también la continental, ya que no se conocen condenas de este tipo en la región», le dijo a Clarín.
Un fallo como éste, analiza el letrado, «sorprende pero pone las cosas en su lugar, ya que una organización basada en la intolerancia y el odio no tiene lugar en la sociedad, el único destino posible para estas personas intolerantes y violentas es la cárcel”.
Alejandro Broitman, abogado de la DAIA, coincide. Apunta que es una bisagra en la justicia argentina y mundial «ya que nunca en la historia se había condenado a una agrupación neonazi que buscaba instalar sus ideas por la fuerza».
Broitman, hace saber a Clarín que el grupo Bandera Negra -como se los conocía en Mar del Plata- «tenía más integrantes, incluso varias mujeres, pero se decidió atacar a la fuerza de choque, entrenados por Carlos Pampillón, el mentor del grupo, que alguna vez mano derecha de Alejandro Biondini».
«Se manejaban en manada y con total impunidad», remarca Broitman -que representó a cinco víctimas- y tenían como objetivos «a integrantes de la comunidad boliviana, trans, el colectivo LGTB, inventando un pseudo enfrentamientos que no existía, atacando con elementos contundentes».
Para los jueces del Tribunal Oral, uno de los elementos con los que fundamentaron su fallo fue que «los delitos perpetrados por los acusados, que incluyen amenazas, golpes y pintadas, incitan al odio, a la hostilidad, discriminación y violencia, todos sentimientos destructivos del orden social democrático”.
“Los acusados profesan una ideología totalitaria, racista y violenta, la dinámica del odio que estimula la ideología nazi conlleva a buscar la reafirmación frente al otro, frente al diferente, mediante la violencia, el objetivo ante el distinto, el inferior, el no ario, primero es hacerlo callar para después alejarlo y finalmente exterminarlo”, agregó.
«Histórico», le afirma a este medio Jorge Knoblovits, presidente de DAIA, quien hace saber que “a partir de ahora, se podrá combatir al nazismo y al antisemitismo de una manera mucho más efectiva. Este fallo, sin duda, resultará una bisagra fundamental en lo que es la Justicia Argentina”.
Knoblovits está muy conforme con los fundamentos que dio la justicia para la sentencia «como el hecho de condenar la ideología de supremacía de una raza sobre otra, la discriminación por religión, nacionalidad u orientación sexual y el odio y la violencia a través del activismo social».
Martín Navarro, otra víctima del grupo de neonazis. por su activismo en LGBT. Lo atacaron por la espalda y perdió el conocimiento. Fue a fines de 2015.
El presidente de la DAIA, entidad que ejerció de querellante en el proceso judicial, mostró su grata sorpresa por «la decisión y voluntad del Tribunal Oral de Mar del Plata, que dio a conocer las condenas y, luego, por la ratificación de la Cámara de Casación, por respaldar los argumentos del Tribunal».
Finalmente, el titular de la delegación israelita subraya «la importancia de estas penas con anterioridad a hechos más graves, sin esperar a la consumación de comportamientos más graves. Si así se hubiese actuado con los rugbiers de Zárate, que habían cometido una serie de delitos importantes en su zona, quizás habría evitado lo que sucedió en Villa Gesell».
