La Voz de Galicia.- Tiene su sede en Pontevedra e implica a instituciones públicas y privadas.
Los estereotipos, los prejuicios y la discriminación contra las personas por su edad es lo que define la Organización Mundial de la Salud (OMS) como edadismo. Agrupa una serie de creencias, valores y normas que justifican esta discriminación hacia las personas según su edad, que además afecta de forma negativa a su salud. Para combatir el edadismo surgía el pasado abril la Cátedra Afaga-Atendo de Idadismo. La impulsan la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer y otras Demencias de Galicia (Afaga Alzhéimer), la entidad privada Atendo, dedicada a acompañar en los cuidados a las personas mayores y sus familias, y la Universidade de Vigo.
Se trata de una iniciativa pionera en España a través de un trabajo interdisciplinar que tendrá su sede en Pontevedra, en concreto, en la Facultade de Ciencias Sociais e da Comunicación. El 21 de abril las tres entidades firmaron un convenio para poner en marcha el proyecto. Sus impulsores consideran que la comunidad autónoma es el escenario adecuado porque, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el porcentaje de gallegos mayores de 65 años supera en más de diez puntos el de jóvenes menores de 20. Además, el índice de envejecimiento alcanza el 207,32 %, el segundo más alto de España por detrás de Asturias, según la Universidade.
La cátedra, que dirige la profesora e investigadora Ana Belén Fernández Souto, realizará cursos, seminarios, conferencias y actividades académicas destinadas a difundir el conocimiento y la investigación de aquellos factores e impactos que son determinantes en el fenómeno del edadismo. Contará con una comisión de seguimiento integrada por ocho personas de las entidades promotoras. Aunque todavía es pronto, se prevén intervenciones educativas, desde la etapa de infantil a la universitaria; promoción de la investigación en el campo del edadismo; fomento de la relación intergeneracional para reducir prejuicios y estereotipos; y la creación de entornos «amigables» con las personas con demencia. El rector, Manuel Reigosa, aludió en la presentación a que Galicia está considerada como un laboratorio del envejecimiento. Desde Atendo, su fundador, Luis Barros, cree que la cátedra es un «vehículo fantástico» para cambiar la mirada que tenemos, mientras que el presidente de Afaga-Alzhéimer, Juan Carlos Rodríguez, habló de una nueva realidad, única en la historia de la humanidad, que requiere de un pacto social.
Ana Belén Fernández: «Sin ser conscientes, todos caemos en el pecado»
Ana Belén Fernández Souto (Pontevedra, 1976), profesora e investigadora de la Facultade de Ciencias Sociais e da Comunicación del campus de Pontevedra, es la directora de la nueva Cátedra Afaga-Atendo de Idadismo. Subraya el enfoque interdisciplinar del trabajo que está por delante e insiste en que el objetivo de la cátedra es que la discriminación por razón de edad desaparezca de la sociedad.
—El motivo por el que nace esta cátedra está muy claro…
—Sí, nace para combatir el edadismo, para que desaparezca. Nace para que la discriminación por la edad muera. El edadismo es la discriminación que sufre una persona por el hecho de ser mayor. La propia OMS ha lanzado una campaña mundial contra el edadismo y estamos en la década del envejecimiento saludable, 2021-2030. El edadismo está en todas partes aunque no seamos conscientes, por decirlo de alguna manera, todos caemos en el pecado.
—¿Qué pretende aportar la cátedra desde Galicia?
—Ferrol es la ciudad más envejecida de España y Ourense y A Coruña también están entre las once de este top. Galicia tiene una sociedad muy envejecida y queremos, con la amparo de la universidad pero con el respaldo de la sociedad y la empresa, intentar dar un enfoque social. El envejecimiento se ha abordado desde otros ámbitos como la gerontología o la medicina, pero nosotros optamos por un enfoque interdisciplinar que tenga como base la comunicación para sensibilizar.
—La cátedra se anunció el pasado abril con la firma de un convenio. ¿Hay alguna actuación concreta?
—Algo concreto, no. Todavía estamos aterrizando. Estamos intentando ampliar la red de instituciones públicas y privadas. Desde que se conoció la creación de la cátedra han contactado con nosotros. Este es un problema social y, con suerte, todos vamos a llegar a esa etapa. La intervención en el ámbito educativa será fundamental, por eso la base de la cátedra está en la universidad, junto al intercambio intergeneracional.
—¿Cómo se crea conciencia?
—Esto implica a la sociedad en su conjunto y a todas las personas. El edadismo es la tercera forma de discriminación tras el racismo y el sexismo. Hay que mentalizarse y crear conciencia para combatir el edadismo, que está también en el lenguaje que nos presenta a los mayores como gente sin ilusión o cascarrabias.