La Vanguardia.- La nueva ordenanza de movilidad contempla sanciones para las personas que menosprecien o insulten, por razón de sexo, a las automovilistas.
La ciudad de San Fernando, en Cádiz, echa el freno a los insultos sexistas a mujeres conductoras so pena de una multa de 100 euros. Así queda reflejado en una innovadora ordenanza de movilidad, aprobada inicialmente en pleno y en la que se ha incorporado la perspectiva de género, con la que se pretende eliminar las ya manidas frases de ‘mujer tenías que ser…’ u otros exabruptos sufridos, según los estudios, por la mitad de las féminas al volante del país.
De hecho, se le dedica todo un capítulo a la ‘Promoción de la Igualdad’ con artículos como el 286, donde, bajo el epígrafe ‘Actitudes sexistas de conductores’, se recoge que “el acto de insultar a otros conductores y conductoras, especialmente por su condición sexual, puede ser encuadrado como una infracción a la Seguridad Vial, interpretando ampliamente la Ley y, concretamente, el artículo 18.1 del Real Decreto 1428/2003, de 21 de noviembre, sin perjuicio de la tipificación y sanción penal que pudiera corresponder a tal comportamiento”. En concreto, se considerará una falta leve que lleva aparejada una multa económica.
Sin duda, este municipio gaditano de 100.000 habitantes es pionero en esta materia en Andalucía, como ya lo fue en 2017 cuando incluyó en algunos de sus semáforos figuras que representaban ambos sexos, diferentes identidades sexuales y roles sociales, una misión que desde el equipo de gobierno tienen pensando continuar.
Los insultos machistas al volante, castigados con 100 euros
Que la ‘Ordenanza Municipal para una Movilidad Amable y Sostenible’ refleje en su texto que estos comportamientos incívicos son sancionables ha supuesto una muy buena noticia para muchos isleños. “Las reacciones son positivas. Muchas mujeres se sienten orgullosas de que su ciudad se haya enfocado en esto y que se refleje en una ordenanza”, comenta para este periódico la alcaldesa de la ciudad, Patricia Cavaca (PSOE). La norma “es innovadora en su conjunto por la filosofía que persigue”, que no es otra que la de invertir la pirámide de movilidad donde el peatón, el transporte activo y el transporte público se convierten en los verdaderos protagonistas de la ciudad en detrimento del vehículo privado; pero también lo es porque “es la primera normativa donde se expone explícitamente que este tipo de conductas constituyen una falta sancionable”, explica la primera edil, toda vez que señala que los insultos en vía pública están tipificados en el Código Penal.
“La ordenanza refleja una realidad, y es que un 50% de las mujeres conductoras se han visto agredidas verbalmente e insultadas por ser mujer y conducir”, afirma, un problema que hay que “poner de relieve y visibilizarlo”. Cavaca ha referencia al estudio #EllasConducen Sin Barreras, que firma la cadena especialista en el mantenimiento integral del automóvil Midas, y que se publicó a principios de este año. En él, el 50,66% de las encuestadas admitían haber sufrido algún insulto por razón de su sexo en contraposición al 15% de los hombres que afirmaban haber soportado algún comentario de esta naturaleza. Y un dato más: aún queda un 18,5% de conductores que piensan mujer, por el hecho de serlo, conducen peor, algo que se ha demostrado falso.
Una vez la ordenanza sea publicada en el Boletín Oficial Provincial y se abra un periodo de alegaciones, volverá al ayuntamiento para ser aprobada definitivamente. Será a partir de ese momento cuando las mujeres que transiten con sus vehículos por San Fernando y sean víctimas de este tipo de agresiones verbales podrán interponer una denuncia contra la persona que ha lanzado tal improperio. Asimismo, la Policía Local actuará en caso de presenciar este tipo de conductas y sancionará al emisor del comentario sexista con 100 euros por la comisión de una falta leve.
La movilidad, el elemento estructurante de la ciudad
Hace años que la localidad de San Fernando está inmiscuida en un proceso de transformación, como nos comentan desde el ayuntamiento, donde la movilidad es el elemento vinculante entre la Agenda Urbana, la Agenda 2030 y la lucha contra el cambio climático. El objetivo es conseguir diseñar una ciudad ‘amable’ con las personas, dándole prioridad al peatón y al transporte sostenible, pensando una ciudad para ‘ser vivida’ y disfrutada y dejando aparcado el coche privado cada vez más a menudo, reduciendo, en consecuencia, los niveles de polución.
En la última época, según relata la alcaldesa, ya se han ido eliminando del centro de la ciudad algunos espacios destinados al aparcamiento de vehículos privados, terreno que se ha ido ganando en favor del ciudadano, para ubicarlos en otras zonas gratuitas pero menos céntricas. “Lo que buscamos es que sea una ciudad dinámica y disfrutar de ella”, señala Cavaca, “y un lugar más seguro”, a la vez que insiste en la necesidad de llevar a cabo un cambio de modelo de ciudad tradicional a otro que se ajuste más a las necesidades actuales, que sea respetuoso con la sociedad y con el medio ambiente, “pero no por imposición sino porque las alternativas que ofrecemos son mejores”. Se refiere a creación de ‘la ciudad de los 15 minutos’ basada en el ‘Plan de Supermanzanas’ que se quiere poner en marcha en paralelo con una nueva ordenación urbanística.
¿Qué son las supermanzanas?
Una nueva forma de urbanismo
El futuro que el Gobierno municipal de San Fernando imagina para la ciudad pasa por dividirla en ‘células urbanas’ de 400 metros cuadrados aproximadamente. Estos espacios estarían unidos por unas vías básicas donde estaría permitido la circulación de vehículos y contarían con aparcamientos tácticos gratuitos. Por dentro de cada supermanzana, la prioridad absoluta sería para el peatón y estaría dotada de espacios públicos cuidados al servicio del ciudadano, con zonas verdes que inviten a la convivencia entre vecinos. “La consecuencia natural es la dinamización económica, crece el comercio, la hostelería… es un espacio lleno de vida”, explica la alcaldesa Patricia Cavada. Por dentro de estas células sólo se permitiría circular para entrar en garajes y a una velocidad de 10 km/horas, de manera que no supusiera un peligro para los viandantes.
El transporte público aquí es clave, como el tranvía, que esperan que pueda estar en funcionamiento en breve. Por otro lado, los carriles bicis unirían espacios y el transporte sostenible (bicicletas o patinetes) sería algo habitual en las supermanzanas. Todo está pensado para que, en cualquier caso, a pie, un vecino pueda llegar desde su punto de partida hasta su lugar de destino dentro de esta célula en menos de 15 minutos.
Con esta reducción del tráfico rodado por mitad de la ciudad y las alternativas puestas a disposición del isleño, se podría minimizar de manera importante la contaminación en San Fernando. “Estamos convencidos de que, o hacemos las cosas de manera diferente, o no tendremos ciudades a las que cuidar”, concluye la primera edil.