CNN EN ESPAÑOL.– La esposa del vicegobernador de Pensilvania alega que fue ofendida con un insulto racial mientras hacía las compras esta semana.
Gisele Barreto Fetterman, quien está casada con el vicegobernador de Pensilvania, John Fetterman, le dijo a CNN que el incidente ocurrió el domingo por la noche.
En un video de dos segundos que Fetterman publicó en su cuenta de Twitter, se ve a una mujer blanca bajando su mascarilla y diciendo: «Eres una n****» a través de la ventana abierta del auto de Fetterman y luego se aleja. Fetterman nació en Brasil.
Tanto Fetterman como el gobernador del estado señalaron el incidente como un ejemplo de las crecientes divisiones en Estados Unidos. Particularmente mientras el país continúa lidiando con el racismo y la xenofobia después de un verano de intensas tensiones con respecto a las muertes de negros en EE.UU.
CNN no ha identificado a la mujer en el video, pero Fetterman le dijo a CNN que había entrado corriendo a la tienda para comprar kiwis cuando la mujer comenzó a acosarla mientras esperaba en la fila para pagar.
«Una mujer pasa a mi lado y se detiene y me mira, y luego dice: ‘Uf, ahí está esa [palabra con n’] con la que se casó Fetterman. Y ella dijo ‘no perteneces aquí’, y me llamó ladrona, y algunas otras divagaciones. Y [ella] siguió caminando, fue al otro pasillo, regresó, dijo algunas cosas más», dijo Fetterman.
La mujer entonces se acercó a Fetterman mientras salía en reversa de su espacio de estacionamiento. Fetterman le dijo a CNN que la mujer salió de la tienda sin comestibles, solo con su bolso, y comenzó a gritar.
«Todavía estaba un poco llorando y temblando, y fue entonces cuando pude grabar los últimos segundos de su diatriba, mientras me alejaba. Como pueden ver en el video, mi automóvil realmente se está moviendo. Estaba tratando de irme de donde estaba», dijo.
Fetterman fue a la tienda sin su equipo de seguridad de la Policía Estatal de Pensilvania, por lo que dijo que se disculpó. Dijo que pudo tomar una fotografía de la matrícula de la mujer, que entregó a su equipo de seguridad.
CNN se comunicó con la Policía Estatal de Pensilvania y la Policía de Forest Hills, donde se encontraba la tienda, para obtener información adicional, pero no ha recibido respuesta. CNN también se acercó al brazo corporativo del supermercado donde ella estaba comprando.
El incidente tuvo lugar en la sucursal Aldi de Forest Hills, confirmó la cadena. En un comunicado, Aldi criticó las acciones de la mujer y dijo que «ya no es bienvenida» para comprar en sus tiendas.
«Debemos unirnos contra el racismo en Estados Unidos. No toleramos en absoluto el acoso, la discriminación o el maltrato de nuestros clientes o empleados, y lo condenamos en todas sus formas», según el comunicado de la cadena de supermercados. «Hoy nos comunicamos con la segunda dama para reiterar nuestra postura y asegurarnos de que se sienta segura y bienvenida en nuestras tiendas en cualquier momento».
El gobernador de Pensilvania, Tom Wolf, condenó el incidente, el lunes en un comunicado, calificándolo de «vergonzoso e inaceptable».
«El racismo y la incitación al odio son siempre inaceptables e indignos de los residentes de Pensilvania. Ningún ciudadano de Pensilvania debe sentirse rechazado en nuestra comunidad debido a su raza u origen étnico. Gisele Fetterman dedica gran parte de su tiempo a hacer que nuestro estado y nuestro mundo sean mejores lugar. Y ella, y todos los habitantes de Pensilvania, merecen nuestro respeto. No el odio que con demasiada frecuencia muestran las personas que solo buscan dividir aún más a este país en un momento en que la unidad se necesita tan desesperadamente», dijo.
Fetterman, quien dice que su familia huyó de condiciones violentas en Brasil cuando ella era joven, dijo que recibe «comentarios desagradables» con regularidad. Pero que generalmente ocurren en línea o por correo electrónico, no en público. Ella llamó a toda la experiencia «impactante» y «discordante».
«Sé que esta mujer no representa a la mayoría. Amo este país», le dijo a CNN. «En todo caso, esto me hace querer luchar más duro por mi país. Pero fue un momento que me devolvió a ser una niña y a tener miedo».