EUROPA PRESS.- La organización Movimiento contra la Intolerancia ve «absolutamente inquietantes» los mensajes de odio que se han lanzado en redes sociales contra Ana Julia Quezada, la única detenida por la muerte del niño almeriense de ocho años Gabriel Cruz que este martes 13 de marzo ha confesado ante la Guardia Civil que mató al menor: «Parece que nos retrotraen a siglos pasados donde las turbas eran las que reaccionaban y hacían venganzas en la calle», ha señalado.
En declaraciones a Europa Press, el portavoz de la organización, Esteban Ibarra, ha reclamado que «no se construyan chivos expiatorios»con las personas que tienen otro color de piel y ha rechazado que se «mezcle» la responsabilidad de Quezada, nacida en República Dominicana, con su color de piel pese a ser la autora confesa del crimen.
«Eso no tiene nada que ver con la justicia. Nos lleva a comportamiento xenófobos y claramente racistas y nos hace perder el humanismo», ha manifestado Ibarra, que ha pedido «dejar trabajar» al sistema policial y judicial «a fondo» de cara a las investigaciones sobre el asesinato de Gabriel.
«USO PERVERSO DE LAS REDES»
El portavoz de la organización ha lamentado el «uso perverso» que, a su juicio, se hace de las redes sociales «para injuriar, insultar y sacar lo peor del ser humano»,al tiempo que ha alabado la actitud de los padres del Gabriel. Concretamente, ha destacado las palabras de la madre, que pese al crimen ha pedido «inundar España con mensajes de cariño» y no con «rabia y odio» hacia Quezada.
«Hay que agradecer la altura moral, ética y cívica de la madre en momentos tan duros y crueles como para tener la cabeza muy sensata y separar emociones de la razón», ha sentenciado. Ibarra ha lamentado además que el «odio» que se está mostrando a través de las redes sociales está eclipsando toda la «solidaridad» que, a su juicio, demostró la sociedad española con la familia de Gabriel durante el tiempo que estuvo desaparecido.
También ha rechazado iniciativas populares impulsadas tras la detención de Quezada, como la creada en la plataforma Change.org -que ya cuenta con 336.911 firmas de apoyo- para pedir a Justicia que cumpla «pena de prisión perpetua» en República Dominicana, de donde es originaria. «Hay que respetar la legalidad vigente», sostiene, para después recalcar que «todo lo demás sería perturbar» el principio de legalidad democrática.