«Todos los actos de intolerancia constituyen amenazas para la convivencia democrática», señalan
EL PLURAL.- El Movimiento contra la intolerancia publica su 70º cuaderno de análisis en el que ensalza la Constitución como baluarte de la Convivencia, contra la Intolerancia y la Discriminación.
Durante las 98 páginas del texto, el movimiento iniste en varios puntos del mismo contra la situación que atraviesa España en cuanto a desigualdades.
«Hay motivos para estar alarmados por los informes de organismos internacionales acerca de la intensificación actual de los actos de intolerancia, discriminación y crímenes de odio que se producen a nivel internacional, incluida España», señalan.
Y es que según denuncian en nuestro país se suceden numerosos ataques cargados de xenofobia, racismo, supremacismo, islamofobia, homofobia y transfobia, antigitanismo, discriminación linguistico-cultural, catalanofobia y demás estigmatizaciones sociales «perpetrados contra minorías nacionales, étnicas, religiosas y sociales, refugiados, inmigrantes, gitanos, afrodescendientes, personas por su edad, identidad y razón de género, sexo, discapacidad o enfermedad, por su afección, por su lengua, cultura, profesión, aspecto físico y hacia cualquier persona».
«Todos los actos de intolerancia constituyen amenazas para la convivencia democrática, la consolidación de la paz en diferentes ámbitos y graves obstáculos para el libre desarrollo de la persona», señala el Movimiento contra la intolerancia.
En otro de los puntos insisten en que «hay motivos para estar preocupados por la emergencia de discursos totalitarios y de odio que reivindican regímenes que practicaron el Holocausto, realizaron genocidios, “limpiezas étnicas”, promovieron la guerra, crímenes contra la paz y el enfrentamiento entre los pueblos«.
De tal forma la asociación recomienda eviatar «normalizar la violencia y alentar el victimismo identitario para negar la dignidad humana, la libertad, la igualdad, y los derechos fundamentales de las personas por encima de cualquier otra consideración circunstancial» ya que es donde «radica el odio basado en la intolerancia«.
También señalan indirectamente a la ultraderecha «por la creciente polarización social en España, la presencia de signos de radicalización extremista y de organizaciones que alientan procesos de fanatismo y odio radicado en la intolerancia en diferentes ámbitos donde se vulneran derechos y libertades fundamentales de las personas».
También ponen en valor lo peligroso de «falsificaciones informativas de hechos y noticias, que impiden el desarrollo de un conocimiento de la realidad y del pensamiento crítico, e impulsan la desinformación, manipulación y la confrontación de nuestra ciudadanía plural, tolerante y diversa en un intento de quebrar éticamente nuestra convivencia, impulsando conductas desde donde se justifica que ‘vale todo’ y que el ‘fin justifica los medios’, creando un clima de grave confrontación social«, explican.
Por último vuelven a señalar a la ultraderecha al decir que «hacen de la ideología o la religión un factor de confrontación agresiva y no democrática«.
