«Álvaro o quiere que le relacionen con esta polémica en ningún sentido», asegura el jefe de prensa del Chelsea, en referencia al cántico antisemita
EL MUNDO.- La aparición de Álvaro Morata, autor de dos goles y dos asistencias en tres partidos oficiales con el Chelsea, ha conquistado por completo a la afición de Stamford Bridge. El sábado, el internacional español ayudó de nuevo al triunfo del equipo de Antonio Conte en Leicester (1-2), donde los hinchas blues corearon a su delantero con una canción que ha levantado un gran revuelo en la Premier. De hecho, el propio Morata quiere que sus aficionados dejen de interpretarla, ya que contiene un evidente mensaje racista contra los judíos, un colectivo que se relaciona con el Tottenham Hotspur, su gran rival capitalino.
La posición oficial del Chelsea quedó reflejada durante la comparecencia de Conte en la sala de prensa del King Power Stadium. Cuando un periodista lanzó la primera pregunta sobre esta delicada cuestión, Steve Atkins, jefe de prensa ‘blue’ tomó de inmediato la palabra. «No creo que Antonio fuera consciente de los cánticos, así que puedo hablar en nombre del club», aseguró.
Una letra «inaceptable»
«El club y los jugadores aprecian el apoyo de sus aficionados fuera de casa, pero la letra de esa canción es inaceptable», censuró Atkins. Álvaro ha pedido a nuestra afición que no la cante más. El futbolista no quiere que le relacionen con esta polémica en ningún sentido. Tanto él como el club quieren que esta medida tenga efecto inmediato», concluyó el empleado del Chelsea.
Poco después de la comparecencia de Atkins, el propio Morata ofreció su versión a través de Twitter. «Desde mi llegada, no ha pasado un día donde no haya podido sentir vuestro apoyo. ¡Sois una afición increíble y me gustaría pediros que respetéis a todo el mundo!», valoró el madrileño.
La rima en cuestión dice exactamente: «Álvaro Morata, he came from Real Madrid, he hates the fucking Yids» [Vino del Real Madrid y odia a los jodidos judíos]. Hay que recordar que el Chelsea mantiene una centenaria rivalidad con el Tottenham, a quien se considera como el club de la comunidad judía londinense.
Curiosamente, los multimillonarios dueños de ambos equipos (Daniel Levy, por parte ‘spur’, y Roman Abramovich, por parte ‘blue’ son de origen hebreo.