MARCA.- Los dos jugadores tuvieron roces durante el encuentro de los andorranos frente al BAXI Manresa
Chima Moneke, ala-pívot del BAXI Manresa, denunció comentarios racistas por parte de Nacho Llovet, pívot del MoraBanc Andorra, durante el partido que midió a sus respectivos equipos el pasado sábado en el Nou Congost y que acabó con un claro triunfo local por 94-60.
Los dos jugadores tuvieron roces a lo largo del choque, llegando a encararse de manera desafiante en algún momento. Al final del encuentro, Moneke utilizó las redes sociales para hacer su denuncia. «El lenguaje basura está bien, pero los comentarios racistas nunca los dejaré pasar. Nacho Llovet, tienes compañeros de equipo negros por lo que es triste que pienses de esa manera», escribió la estrella del conjunto manresano. Y su entrenador, Pedro Martínez, aseguró que «todos conocemos a Llovet. Lleva muchos años en la Liga y ha tenido problemas con muchos jugadores».
Más tarde, tanto Llovet como el Andorra negaban las graves acusaciones. «Llevo 12 años en la Liga y todo el mundo que me conoce lo sabe. Nunca he tenido ningún problema con nadie, ni compañero ni rival. No le he dicho nada racista a Moneke y lamento que haya elegido este camino. No es nada agradable tener que responder a algo así», se defendía el jugador en un vídeo subido a las redes sociales del conjunto del Principado.
Desde el club se respondía al mensaje saliendo en defensa de su jugador. «El tweet es totalmente falso», dijo en referencia al mensaje de Moneke. «Una interpretación inexplicable de una discusión entre los dos. La afirmación es tan grave e inadmisible que nos obliga a contestar. No es verdad y por supuesto que Nacho Llovet no es racista. Y lo pueden explicar muchísimos compañeros y rivales», se publicó.
No es la primera vez que los dos jugadores se ven en una polémica. Carles Durán, entrenador del Joventut, acusó a Llovet, excanterano verdinegro, de teatrero. Moneke, mientras, se encaró con los aficionados del Hereda San Pablo Burgos, a los que llegó a hacer una peineta. Su propio técnico le afeó su comportamiento.
En el enfrentamiento del sábado, el ala-pívot del Manresa fue de los mejores de su equipo con 13 puntos y cinco rebotes, mientras que el pívot del Andorra acabó con siete y tres, respectivamente.
