El País.- La revisión del sistema restringe algunos beneficios, como el apoyo económico, a las personas ya reconocidas como beneficiarias de protección internacional
Desde el 1 de enero, aquellas personas que soliciten asilo en España no podrán acceder a toda la cobertura del programa de acogida hasta que se resuelva favorablemente su petición. La Secretaría de Estado de Migraciones ha dictado una instrucción para aliviar el sistema para potenciales refugiados que lleva dos años enfrentando un aumento vertiginoso de solicitantes. La nueva norma reserva el acceso de algunos beneficios, como el apoyo económico, a las personas reconocidas con el estatus de refugiado o la protección subsidiaria, las dos figuras que contempla la Convención de Ginebra para la protección internacional.
El sistema de acogida para solicitantes de asilo pasa por un itinerario que puede durar entre 18 meses y dos años y se estructura en dos fases, aunque antes se pasa por una etapa previa en la que se evalúa el perfil del solicitante para dirigirlo al recurso más adecuado a sus necesidades. En la primera fase, de seis meses, se ofrece alojamiento, manutención, asistencia jurídica y cursos de castellano y puede ampliarse a nueve meses en caso de perfiles muy vulnerables. En la segunda fase, de hasta 15 meses, los solicitantes, que para entonces cuentan con autorización para trabajar tras pasar un semestre en España, pueden optar a prestaciones económicas para salir del recurso de acogida, alquilar un piso (muchas veces compartido) e ir prescindiendo del apoyo institucional.