LUCÍA LEAL. EFE / EL DIARIO.ES.- El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, coincidió este miércoles con EE.UU. en que el flujo de indocumentados hacia ese país está «creciendo demasiado», y buscó acercar posturas al respecto con Washington para evitar que el lunes entren en vigor los aranceles del 5 % a todas las importaciones procedentes de México.
Ebrard se reunió durante 90 minutos en la Casa Blanca con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y otros altos funcionarios del país, en un encuentro «cordial» pero que se cerró sin acuerdo, según anunció desde Irlanda el presidente estadounidense, Donald Trump.
«Los diálogos migratorios en la Casa Blanca con representantes de México han terminado por hoy. ¡Hay avances, pero no suficientes!», dijo Trump en un mensaje en su cuenta de Twitter.
Las conversaciones bilaterales continuarán mañana en Washington, «con el entendimiento de que, si no hay un acuerdo, los aranceles del 5 % empezarán el lunes, con incrementos mensuales» hasta llegar al 25 % en octubre, recordó el mandatario.
Durante la reunión en la Casa Blanca, Pence dejó «claro que México tiene que hacer más para hacer frente a la crisis urgente en la frontera sur», según explicó el vicepresidente en otro tuit.
La cita no se centró en los aranceles, sino en la situación migratoria en la frontera sur, según aseguró Ebrard en una conferencia de prensa posterior.
Ambas delegaciones se reunieron poco después de que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP) informara de que las detenciones de inmigrantes indocumentados en la frontera sur ascendieron a 132.887 en mayo, lo que supone un aumento del 30 % respecto a abril y es la mayor cifra en un solo mes desde 2006.
«Ambas partes reconocemos que la situación actual no se puede mantener como está, porque se dio el reporte ahí de números y efectivamente, los flujos están creciendo demasiado», dijo Ebrard en su rueda de prensa en la embajada mexicana en Washington.
El canciller dejaba así entrever que México podría abrirse a alcanzar algún acuerdo con Estados Unidos para contener la llegada de indocumentados a ese país a través de su territorio, condición que Trump ha impuesto para no gravar las importaciones mexicanas.
Pero Ebrard no precisó si México está dispuesto a plegarse a alguna de las tres peticiones concretas de EE.UU. para frenar los aranceles, enumeradas hoy por el principal asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro.
«Tienen que comprometerse a quedarse con todos los que buscan asilo (en EE.UU.)», afirmó Navarro en una entrevista con la CNN.
Añadió que México también tiene que «comprometerse» a restringir el paso de migrantes en su frontera con Guatemala y a erradicar la «corrupción» que, a su juicio, da vía libre a los indocumentados en los puntos de control oficiales en ese país.
Ebrard dejó claro que aún hay diferencias en ese sentido, al asegurar que «lo que está buscando el Gobierno de Estados Unidos son medidas que tengan efecto de corto plazo».
«De parte de México, creemos que hay que tomar medidas no solo en lo inmediato y no solo punitivas», sino llegar a «un entendimiento mas amplio» en materia migratoria, agregó.
No obstante, el canciller mantuvo en pie el pronóstico que hizo este martes, según el cual ve un 80 % de posibilidades de llegar a «un entendimiento» con Estados Unidos sobre el tema.
«Lo importante es que hay voluntad de acercamiento, y el vicepresidente fue muy claro en ese sentido», aseguró el canciller.
A la cita también asistieron el secretario en funciones de Seguridad Nacional de EE.UU. -encargado de la política migratoria-, Kevin McAleenan, y el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, quien después mantuvo otro encuentro a solas con Ebrard.
Este jueves, Ebrard se reunirá con «el equipo del secretario de Estado» para continuar el esfuerzo en el que lleva trabajando desde el sábado, cuando llegó a Washington para tratar de disuadir al Gobierno de Trump de imponer los aranceles.
«Lo que nos gustaría es evitar el efecto de las tarifas para las dos economías», recalcó.
Varios senadores republicanos se han pronunciado ya en contra de unos aranceles que afectarían con dureza a los estados fronterizos, porque EE.UU. es el principal socio comercial de México.
Esa presión del partido de Trump parece haber comenzado a hacer mella en la Casa Blanca, y Navarro reconoció hoy que «puede que no tengan que entrar en vigor» los aranceles, porque la Casa Blanca ya ha logrado atraer «la atención de las autoridades de México» al problema migratorio.