20Minutos.- Son menores, agresores sexuales e inimputables. Según los datos publicados en la Memoria anual de la Fiscalía General del Estado, que se presentó este jueves, en solo cinco años, las agresiones sexuales cometidas por menores en España se dispararon un 116%: de las 456 causas registradas en 2017, a las 974 de 2022. Según el organismo, en los últimos años se ha producido un «alarmante» incremento. «La sección de Sevilla estima que la etiología de esta oleada de atentados a la libertad sexual se encuentra en la carencia de una adecuada formación en materia ético-sexual, siendo preciso evitar que muchos niños y menores accedan a un visionado inapropiado y precoz de material pornográfico violento«, reza el documento.
Las cifras ofrecidas por el Ministerio Público no son baladíes. Este 2023, solo en Cataluña, se han detenido a más de una veintena de niños por violar a otras niñas. Los casos se multiplican por toda la geografía española. Tan solo hace un mes, un menor violaba a una niña de 15 años en Tenerife. En las mismas fechas, otro de 17 años y un amigo de 18 agredían sexualmente a dos menores en Lugo. No son los peores sucesos.
El pasado mes de junio una violación conmocionaba a la localidad madrileña de Móstoles. Tres chicas de 14 años denunciaban haber sido agredidas sexualmente por un chico de 13 en su propio instituto. En el mes de abril, cinco adolescentes de entre 14 y 16 años fueron detenidos por agredir en grupo a dos chicas de 13 años en una vivienda en ruinas de Logroño. Creen que fueron violadas por hasta una decena de personas durante hora y media, incluso podría haber adultos implicados.
Según el Instituto Nacional de Estadística, casi 500 menores fueron condenados en 2021 por cometer agresiones sexuales, en concreto 439. De ellos, 115 tenían tan solo 14 años, edad a partir de la cual se puede imputar un delito. «Los menores de 14 años son inimputables penalmente, según la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal Juvenil 5/ 2000 que es la que nos rige. Sin embargo, el Ministerio Fiscal puede indicar a la Comunidad Autónoma que el menor haga cursos de formación o actividades que promuevan el cambio conductual», señala Javier Urra, psicólogo y ex Defensor del Menor de Madrid además de presidente de la Red Europea de Defensores del Menor. «Es cierto que no hablamos de ámbito penal, pero sí civil y, por lo tanto, ya se planteó el poder dar una respuesta a niños que no hayan cumplido los 14″, añade.
Porque cuando se es menor de esa edad no se puede imputar penalmente, es decir, no hay penas de cárcel para los agresores (por lo que tampoco hay datos). «Cuando se aplica la inimputabilidad de un menor es porque el Legislador entiende que dicho sujeto no está en capacidad de entender la naturaleza de su acto o de determinar su conducta a causa de su inmadurez psicológica y, por lo tanto, no se les puede atribuir ninguna responsabilidad penal, ni las sanciones que de ella se derivan», explica Marta Pellón Pérez, abogada penalista en Palladino Pellón & Asociados y licenciada en Criminología. Además, esto hace que no existan datos sobre cuántos de estos menores han cometido agresiones o crímenes de sangre.
Pero, ¿es una realidad que los menores inimputables no son conscientes del mal realizado con este tipo de actos? Según Urra, cuando se creó la Ley del Menor en el año 2000 este tipo de delitos perpetrados por niños no ocurrían. «Hoy vemos hechos de agresiones sexuales, también en grupo, impensables hace 23 años«, comenta, algo que Pellón tira por tierra: «No creo que haya un repunte sino que existe una mayor visibilidad producto de las políticas activas de concienciación que se vienen llevando a cabo en los últimos años». La letrada añade, además, que esto «se traduce en una mayor disposición de las víctimas a denunciar y la reducción de la tolerancia social y personal a este tipo de delitos».
El impacto de la pornografía
Pero para Lluís Ballester Brage, Doctor en Psicología y Filosofía, «no es una casualidad que aumenten las agresiones sexuales, desde hace años estamos avisando del impacto de los estímulos que ofrece la pornografía a adolescentes». Ballester cree que «esa influencia no se ve compensada por una educación emocional, afectiva o sexual ni en las familias, ni en los centros educativos. No la estamos ofreciendo ni con la calidad necesaria, ni el tiempo que se requiere». El Doctor asegura que «la cultura de pantallas ofrece, junto a la pornografía, otras influencias que tampoco ayudan a evitar la agresividad sexual».
«Cuando se realiza un acompañamiento responsable de los procesos evolutivos, la agresividad sexual es poco frecuente»
Según el informe de Common Sense Media, Teens and Pornography realizado en septiembre de 2022 y presentado el 10 de enero de 2023, tres cuartas partes (73%) de los adolescentes del mundo han visto pornografía online a los 17 años. La edad media de primera exposición de estos contenidos son los 12 años. En España, según el estudio Desinformación sexual: pornografía y adolescencia, elaborado por Save The Children, el 62,5 % de los adolescentes de entre 13 y 17 años ha visto pornografía alguna vez en su vida, ya sea a través de internet o por otras vías y un 53,8% vio estos contenidos por primera vez entre los 6 y los 12 años.
Ballester Brage cree que el problema tiene su raíz en los adultos y que no son estos menores los que tienen que pagar un castigo cuando cometen un delito. «Cuando se realiza un acompañamiento responsable de los procesos evolutivos, la agresividad sexual es muy poco frecuente», dice. Por su parte, Pellón también opina que no es necesario legislar lo que ya ha sido legislado. «No creo necesario volver a legislar una cosa que ya esta legislada, en todo caso lo que si creo, es que se deben de poner en los casos en concreto, todos los medios necesarios para que la justicia funcione con agilidad y diligencia».
En este sentido, el sociólogo cree que, más allá de un castigo, lo más correcto es «el enfoque socioeducativo, psicológico y comunitario«, aunque reconoce que «no se puede evitar sancionar de alguna manera las conductas de agresión, aunque corresponda a las familias o las figuras educativas de referencia hacerles conscientes del daño que provocan con sus conductas».
«Se encuentra sobradamente contrastado que bajar la edad penal no es el camino»
Rebajar la edad penal
El debate sobre rebajar la edad de imputación ya está sobre la mesa. En algunos países de Europa, como Francia, se juzga a partir de los 13 años; en Holanda de los 12 y en Suiza se pueden castigar a los menores desde los 7 años. «Se plantea socialmente bajar la edad penal a los 12 años. Esta opción es positiva para la víctima, pues en algo se siente reparada y también es positiva para el agresor porque aprende que las conductas tienen una respuesta que puede ser privativa de libertad», concreta Urra, «Ahora bien, en el ámbito penal existe el derecho de defensa, lo que supone que a niños de 12 o 13 años se les pondrá un abogado que quizás les pida que nieguen los hechos, lo cual obviamente no es educativo», agrega
En su caso, Pellón apunta a que «se encuentra sobradamente contrastado que reducir la edad penal no es el camino, solo basta con observar que en países con legislaciones más duras en este aspecto, no se registran menores tasas de criminalidad». La abogada y criminóloga dice que «las causas de los delitos de naturaleza sexual no pueden abordarse con penas mayores, porque se trata de actos en los que el delincuente no puede controlar sus impulsos, lo cual produce altos índices de reincidencia y anula los efectos de una política de ‘mano dura’ en la que el agresor no repara».
Los expertos coinciden en que imputar a niños hace que asuman el rol delincuencial. «Hay que desarrollar la educación digital, junto con la educación de las emociones, afectos, relaciones, sexualidad. Se debe aplicar un enfoque basado en Prevención universal educativa y Prevención Selectiva socioeducativa para grupos de riesgo», sentencia Ballester Brage. «Otra actuación preventiva indudable tiene que ver con limitar las influencias que internet y la cultura de pantallas representan. En este sentido se ha desarrollado un amplio acuerdo para aprobar un Pacto de Estado», finaliza el doctor.