Onda Cero.- El fenómeno de las bandas juveniles en la comunidad de Madrid, aunque está en un momento valle gracias a la presión policial y las campañas de prevención y sensibilización, sigue preocupando porque está lejos de ser controlado. Según los datos que se desprenden del IV Observatorio de las Bandas Juveniles en España, elaborado por el Centro de Ayuda Cristiano, los centros educativos sieguen siendo un caladero para la captación de miembros.
Las bandas buscan sobre todo menores, que son inimputables, cada vez más jóvenes, entre 9 y 10 años, que vengan de familias desestructuradas o sufran bullying, y les prometen protección. Antonio de Francisco, uno de los autores del Observatorio, explica a Onda Cero que hay una novedad, y es que ahora buscan reclutar «a mujeres blancas españolas, porque al ser blanca, española, que además viste de otra manera pasa más desapercibida». Utilizan a esa joven para pasar las armas, ella va sola, con las armas delante del grupo, de manera que parezca que no pertenece a la banda. También buscan hombres, jóvenes de rasgos españoles, porque «la policía, sobre todo antes, paraba más a los jóvenes que tenían rasgos latinos».
Patrullas vecinales de barrios afectados por las bandas
Antonio de Francisco habla de «patrullas vecinales, que antes no era habitual, ante la preocupación de los padres, cuyos hijos, menores, pueden ir al parque a pasar el rato, y se les acerca alguien para captarles». Hay patrullas vecinales en Puente de Vallecas, Villaverde, Usera o Getafe, grupos de padres que «observan, vigilan los parques en los que están sus hijos y si hay algún incidente llaman a la policía o tratan de defender al menor».
La reinserción es difícil, pero no imposible
Hay chicos, jóvenes, que están dentro de estas bandas violentas, que en algún punto quieren abandonarlas. «No es nada fácil», explica De Francisco, pero cada vez hay más instrumentos para ayudarles. «La policía está actuando más, estamos teniendo más comunicación y ellos se están interesando más en conocer la otra versión, el punto de vista del chaval que está metido dentro de la banda».
La policía, desde hace un tiempo ayuda a jóvenes que quieren salir, también reciben a padres que tienen hijos en bandas, «les orientan y les ayudan, les enseñan imágenes, situaciones de lo que sucede realmente en la banda, para que el joven se desencante y quiera salir». Es muy importante la prevención, ellos, el Centro de Ayuda Cristiano, imparten charlas en centros escolares, encaminadas a «mostrarles la crudeza y la realidad de lo que es estar dentro de una banda juvenil». Cuentan además con testimonios de jóvenes que han logrado salir de ese mundo, «que cuentan experiencias muy duras, muy crudas, que impresionan a los menores, y ayuda a que decidan alejarse si intentan captarles».