La Vanguardia.- París, 19 oct (EFE).- Más de 1.000 menores de edad están fichados en Francia por islamismo radical, informó este jueves el ministro del Interior, Gérald Darmanin, quien pidió a los padres más atención.
Son menores que se han radicalizado y que «se intercambian imágenes de decapitaciones y que consultan propaganda del Dáesh» en internet, explicó Darmanin en una entrevista con el canal de televisión BFMTV.
Indicó que, si niños y adolescentes ven «vídeos de decapitaciones en sus teléfonos», no es culpa de la Policía, sino que «es un poco la culpa de sus padres».
Tras el atentado mortal del pasado viernes contra un centro de secundaria en la ciudad de Arrás, en el que murió un profesor, Francia está de nuevo en alerta máxima por riesgo de atentado terrorista.
Darmanin aseguró que ahora mismo «no hay una amenaza terrorista definida» por parte de una célula organizada desde el exterior, pero sí apuntó a los llamados «lobos solitarios», como se llama a «personas radicalizadas o que se radicalizan en internet o en grupos, y que pueden pasar al acto».
Aun así, reconoció que hay una amenaza terrorista «suplementaria» en Francia y en Europa tras los ataques de Hamás a Israel, y detalló que hay en Francia «una treintena» de mezquitas objeto de un seguimiento por sospechas de radicalización.
Justo antes de la entrevista, un tribunal administrativo acababa de anular la prohibición gubernamental de una manifestación convocada en París en apoyo de Palestina, actualmente en curso en la Plaza de la República.
Darmanin justificó esa prohibición en que pensaron que podía «acabar mal» por el temor en que degenerara en actos violentos o antisemitas.
El ministro también indicó que, desde octubre de 2020, cuando ocurrió el asesinato islamista del profesor de secundaria Samuel Paty, Francia ha expulsado a más de 450 personas que residían ilegalmente en el país y estaban fichadas por los servicios de seguridad por su radicalismo islámico.
El autor del ataque de Arrás fue un ruso-checheno de 20 años que llegó a Francia siendo un niño y, aunque no podía ser expulsado del país por motivos legales, Darmanin pidió a la Asamblea Nacional que apoye el proyecto de ley de Inmigración que acaba de presentarle el Gobierno, y que es «la más dura y más firme» en 30 años.
Desde el ataque de Arrás, Francia vive una oleada de falsas amenazas contra aeropuertos, estaciones ferroviarias, museos o centros educativos, que han generado numerosas evacuaciones.
Darmanin insistió en actuar con prudencia ante estas amenazas, aludiendo al cuento «Pedro y el lobo».
Sobre estas amenazas, anunció que en las últimas 48 horas se ha detenido a 18 personas, «esencialmente menores», y dijo que sobre todos caerá una «respuesta penal porque se trata de un delito importante».
Pero también urgió a que «los padres ejerzan el rol de padres, no corresponde al Ministerio del Interior educar».
Darmanin descartó totalmente renunciar por motivos de seguridad a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París del año próximo, que consistirá en un desfile de barcos por el Sena.
Anular esa ceremonia «sería la victoria del terrorismo», aseguró, antes de recordar sobre los atentados de noviembre de 2015 en París y Saint-Denis, con 130 muertos, que «no significaron el final de los conciertos ni de las terrazas de los cafés». EFE
