Más de 80 peñas madridistas piden medidas con los Ultras Sur

| 29 octubre, 2023

Lo firman más de 80 peñas madridistas y el mensaje es claro: “Tras los incidentes de Braga, se pide al club que no se cedan entradas a socios y peñas vinculadas con los Ultras Sur”. El germen, el último partido del Real Madrid en Champions, donde la presencia de este grupo enturbió el ambiente. De hecho, aficionados madridistas se vieron rodeados por antidisturbios que trataban de sofocar el comportamiento violento de ultras que terminaron mezclados con peñistas, llegando algunos a abandonar el estadio ante las amenazas y la flagrante situación. No obstante, los ultras que acudieron a Braga no consiguieron sus entradas a través del club blanco, que deja clara su postura al respecto, denuncia lo sucedido y pide explicaciones a la UEFA, al club portugués y la policía.

Esas localidades se las vendieron los del Braga en otra zona, algo que no pueden hacer por normativa UEFA (las de los aficionados visitantes sólo puede venderlas el club visitante) y la policía portuguesa fue la que decidió juntarles con los que tenían las entradas que concedió el Real Madrid a sus socios. Desde el inicio del partido, el club se quejó oficialmente al delegado de la UEFA, al Braga y a la policía portuguesa”, expresan desde la entidad blanca. Florentino Pérez expulsó del Santiago Bernabéu a los Ultra Sur en 2013 y el control en la venta de entradas para los desplazamientos es tajante, para evitar escenarios como el acaecido el pasado martes, en Braga.

“No siendo madridistas, sino enemigos declarados del madridismo, ¿qué pintan dentro de las localidades reservadas a la afición del Madrid? Nada”, argumentan en el comunicado las más de 80 peñas firmantes. Al no tratarse de aficionados locales, los Ultra Sur fueron reubicados junto al resto del 1500 aficionados madridistas que sí tenían su entrada en la zona visitante y ello creó un ecosistema que terminó con una atmósfera opuesta a la que un partido de fútbol debe tener. Y eso es lo que reclaman tanto los peñistas como un Real Madrid que también pide depurar responsabilidades para que no vuelva a repetirse en el futuro.

Comunicado de las peñas

“En las gradas del Estadio Municipal de Braga la leal afición madridista padeció la humillación de verse rodeada por decenas de policías antidisturbios armados con sus defensas y protegidos con sus cascos que la desplazaron de sus localidades para abrir espacio a más de un centenar de individuos agresivos que venían sin entrada. Nos sentimos tratados, y en definitiva fuimos tratados, como un colectivo indeseable y peligroso para la paz pública que parecía que tuvieran que proteger de nosotros las fuerzas de intervención de la Policía de Seguridad Pública. La irrupción de un grupo violento organizado, a cuyos integrantes se distinguía con facilidad por sus vestimentas negras y sus actitudes belicosas, muchos embozados, cuya proximidad nadie deseaba y cuya confusión con la afición madridista en las localidades destinadas a los aficionados mereció el más unánime rechazo, fue la causa de que nos viéramos sometidos a semejante humillación.

No siendo madridistas, sino enemigos declarados del madridismo a los que nadie distinguiría de sus primos del Frente Atlético, que vienen insultando y coaccionando a los seguidores del Real Madrid, ¿qué pintan dentro de las localidades reservadas a la afición del Madrid? Nada. Pero unas decenas de entre ellos son socios del Club, que diez años después de haber expulsado a su organización violenta del Estadio no consigue evitar su presencia —siempre agresiva, siempre perjudicial para la convivencia cívica y siempre dañina para el sosiego de la afición madridista— en los desplazamientos de nuestro equipo.

Gracias a ellos pueden continuar ensuciando en toda Europa —y en toda España, no hay más que recordar la final de Copa en Sevilla— la imagen del Real Madrid, tristemente manchada por la violencia y el abuso, teniendo, como tiene, una afición ejemplar. Estos socios, a los que todavía se sigue concediendo entradas de afición visitante, funcionan como núcleo de agregación de la mayoría de los elementos del grupo, que ni son socios ni van con entradas de afición visitante (a veces con entradas de otras zonas, a veces, como en Braga, con fotocopias).

Y, sistemáticamente, después de algunas exhibiciones rituales de poderío por la ciudad a la que toque en desgracia ser su víctima, los unos y los otros se personan mezclados a las puertas del estadio —impidiendo la entrada de los seguidores madridistas a los que luego, una vez las gradas, coaccionarán para expulsarles de sus localidades— con el propósito de forzar a la policía a que les deje entrar a todos. Saben de sobra que entre dos males —el de dejarles campar por la ciudad causando destrozos y el de tenerles sin entrada dentro del estadio, pero bien rodeados de cascos y porras en un lugar del que no puedan escapar— la policía del lugar elige siempre el segundo, convirtiendo a la afición del Madrid en rehén de su violencia. Hace mucho que pasó la hora de que sucesos como los de Braga no ocurrieran. Llevamos muchos años confiando en que no se nos seguirá forzando a coexistir con unos sujetos ebrios de odio que solo se expresan insultando y amenazando a los madridistas, que gritan como posesos exigiendo la dimisión del mejor presidente del Real Madrid, cuando la mayoría no son ni socios, y que exhiben banderas de organizaciones violentas, así declaradas oficialmente en España, prohibidas en el Estadio Santiago Bernabéu. ¡Lo de Braga no se puede volver a repetir!

El Club tiene que conocer perfectamente quienes son esos socios y esas peñas que utilizan las entradas de afición visitante para dar respiración asistida a Ultras Sur y por lo tanto para promover, en los núcleos de afición visitante de los Estadios y en las ciudades que visita el Real Madrid, la violencia, el racismo y la discriminación, desvalores antagónicos con los valores del Real Madrid. El Club está legitimado por la legislación contra la violencia para negar entradas a esos socios en el futuro, e incluso para promover ante la Comisión de Disciplina Social su expulsión temporal o definitiva, y debe poner todos los medios de investigación y recursos económicos a disposición de la consecución del deber de evitar que los sucesos de Braga vuelvan a ocurrir. En ello tendrá el más completo y absoluto respaldo de todas las peñas madridistas que suscribimos el presente comunicado”.

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