El objetivo del Gobierno es reactivar un acuerdo bilateral en vigor desde 2012 pero sin uso
MARÍA MARTÍN. EL PAÍS.- Las autoridades marroquíes se han mostrado por primera vez dispuestas a tratar la repatriación de sus menores que migran solos a España y que suponen cerca del 70% de los 11.000 niños y adolescentes extranjeros tutelados por las comunidades autónomas.
La devolución de menores marroquíes a sus familias es una reivindicación pública de Andalucía y Melilla, que se han declarado superadas por la llegada de estos adolescentes. «El 60% de los menores que hay en Melilla arriban con documentación; algunos hasta atraviesan la frontera con sus padres. Me sigo preguntando cómo en esos casos no somos capaces de devolverlos a las autoridades marroquíes”, ha cuestionado en varias ocasiones el consejero de Bienestar Social de la ciudad autónoma, Daniel Ventura (PP). El cambio de actitud de Marruecos fue anunciado este jueves en Melilla por la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, y ratificado por fuentes conocedoras de la negociación. Hasta ahora, los interlocutores marroquíes habían evitado comprometerse con sus homólogos españoles en este asunto, cuestionando incluso la procedencia de los menores.
La predisposición se trasladó a España en la última visita a comienzos de esta semana de la secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, a Rabat. El objetivo del Gobierno es reactivar un acuerdo bilateral de repatriación, promovido por la propia Rumí en su anterior etapa como secretaria de migraciones, en 2007. El convenio entró en vigor en 2012, pero su aplicación es prácticamente nula. El año pasado, según la memoria de la Fiscalía, se ejecutaron apenas cinco repatriaciones de menores: ninguna de marroquíes. Fue una sentencia del Tribunal Constitucionalde 2009, que admitió un recurso de amparo de un adolescente marroquí al que no se le preguntó, ni informó ni se le permitió opinar o discutir sobre su repatriación, lo que convirtió esa vía en una fórmula a la que nunca se acude.
El tribunal dio la razón a los abogados defensores del joven, de la Fundación Raíces, e impidió que fuera devuelto a Marruecos cuando ya estaba en el avión. La sentencia obligó a que en 2011 la Ley de Extranjería y su reglamento regulara los procedimientos de repatriación ofreciendo garantías al menor. En especial respetando su derecho a ser oído, a la asistencia letrada y a oponerse a la voluntad de sus tutores, en este caso, las comunidades autónomas.
