Marlaska reitera que la respuesta a la entrada «violenta» de inmigrantes en Melilla que dejó 37 muertos fue «proporcionada» y «serena».

| 21 septiembre, 2022

20minutos/Manuel Ríos.- El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se mantiene firme en su convencimiento de que la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en junio para impedir la entrada de centenares de inmigrantes irregulares a través de la valla de Melilla, que acabó con al menos 37 fallecidos, fue «proporcionada, «serena» y «firme». Todo lo necesario para repeler un «episodio de intento violento de entrada irregular que es injustificable», planteó este miércoles Marlaska en el Congreso, donde compareció tres meses después de los hechos para ofrecer explicaciones a petición de ERC y EH Bildu.

El titular de Interior no varió lo más mínimo el discurso que mantuvo la parte socialista del Gobierno, encabezada por el presidente Pedro Sánchez, desde el momento en el que se hizo público el incidente fronterizo. España, «un país democrático», en modo alguno «puede aceptar que su frontera» y los agentes que la «custodian y protegen» sean agredidos, aseveró Marlaska, que detalló que este ataque a la frontera y a la Guardia Civil y la Gendarmería marroquí incluyó «el lanzamiento de piedras, palos e incluso artefactos incendiarios caseros».

Durante su comparecencia, el dirigente realizó un repaso cronológico de las horas que duró el intento de entrada, en el que participaron unas 1.700 personas divididas en dos grupos. «El primero», explicó Marlaska, intentó contener «la actuación de las fuerzas de seguridad de Marruecos con piedras, palos y otros objetos», mientras el segundo intentaba «forzar la entrada [fronteriza] con hachas, mazas e incluso una sierra radial». Alrededor de un centenar de personas consiguió entrar en Melilla, si bien el ministro aseguró que Policía y Guardia Civil «bloquearon » la entrada de la mayoría utilizando el «oportuno y proporcionado material a su disposición, incluido material antidisturbios».

Marlaska defendió en varias ocasiones la proporcionalidad de la reacción policial al asalto y lamentó tanto las muertes de los inmigrantes como las heridas sufridas por decenas de agentes tanto españoles como marroquíes. Pero sus explicaciones no convencieron ni a su propio socio en el Gobierno, Unidas Podemos, ni tampoco al PP, ni por supuesto a aliados parlamentarios como ERC o EH Bildu, los que más críticos se han mostrado con lo ocurrido en Melilla desde el pasado junio.

En ese sentido, el diputado morado Enrique Santiago espetó a Marlaska que «estos hechos nunca deberían haber ocurrido y España ha contraído una obligación ética, política y jurídica de investigar, exigir responsabilidades y tomar medidas para que nunca más vuelva a ocurrir algo así». Santiago, además, insistió en que «las cuestiones relativas a los flujos migratorios» no pueden abordarse «como si de una guerra se tratara», una crítica dirigida al ministro pero también a Vox, a quien espetó que «no hay invasión ni hay ningún problema de soberanía».

Críticas a izquierda y a derecha

Para Unidas Podemos, la causa principal del incidente que acabó con decenas de muertos en la valla de Melilla es que España no garantiza el acceso ordenado de estos migrantes a la solicitud de asilo, pese a que la mayor parte de ellos pertenecen a países como Chad o Sudán, cuyos ciudadanos suelen recibir la acogida en la mayoría de las ocasiones que la solicitan. «Nuestra legislación establece que en los puestos fronterizos tiene que haber un puesto de atención a solicitantes de asilo, pero ahora mismo no hay protocolo para que las personas puedan acceder a esos puestos», espetó Santiago, que argumentó que «si nosotros mismos bloqueamos la ley», el «único mecanismo» que les queda a estos potenciales asilados es «asaltar las verjas».

Por su parte, la diputada del PP Ana Belén Vázquez calificó a Marlaska como el «salvavidas del presidente del Gobierno», a quien acusó de esconderse detrás del ministro del Interior para no rendir cuentas ante la «tragedia» de Melilla. «Cómo ha cambiado el discurso migratorio del Gobierno desde la acogida del Aquarius en 2018, con su enorme difusión mediática, su utilización partidista y los mensajes de puertas abiertas que, sin lugar a dudas, fueron un reclamo para las mafias», criticó Vázquez, que aseguró que «España es el coladero de migrantes en Europa» por culpa de la «política errática» de Marlaska y la falta de agentes policiales en la frontera.

«España paga y Marruecos mata; Europa paga la externalización de fronteras y Marruecos mata», planteó por su parte la diputada de ERC María Carvalho, que criticó que Marlaska haya tardado tres meses en comparecer en el Congreso tras la «masacre». «Y lo hace, tristemente, para llamar violentas a unas víctimas» a las que las autoridades trataron como «ratas», denunció Carvalho, que aseguró que en España existe «un problema con la democracia» por el papel que asumen en algunas ocasiones las fuerzas de seguridad y sostuvo que Marlaska hace «un discurso de extrema derecha» que «criminaliza» a los inmigrantes.

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