EUROPA PRESS. CADENA COPE.- El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado que esta legislatura desde su departamento se reforzará la lucha contra la violencia de género y se destinarán más medios, más recursos y más formación para el desarrollo del Plan de Acción de delitos de odio.
Así lo ha manifestado el ministro en una comparecencia ante la Comisión de Interior del Senado para presentar las líneas generales de su departamento y la gestión realizada ante la crisis del coronavirus. En su intervención inicial, Grande-Marlaska ha expuesto 45 medidas sobre las que se estructurará la labor del Ministerio en los próximos cuatro años.
En este sentido, se ha comprometido a implantar medidas para «la erradicación del odio y la dominación». En concreto, ha recordado que durante la pandemia del COVID-19 las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad «no han bajado la guardia» y han desarrollado «más de 339.000 actuaciones en materia de protección de víctimas y prevención de violencia de género», al tiempo que han puesto en marcha el botón SOS de la aplicación ‘alertcops’ para facilitar las alertas para estas víctimas.
«Reforzaremos la lucha contra la violencia de género», ha subrayado el ministro, que ha afirmado que «vencerla» exige «medios, efectivos y voluntad política». En este contexto, ha aseverado que se incrementarán «los efectivos policiales especializados», se continuarán implementando las nuevas funcionalidades del Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (Sistema VioGén) y se reforzará «la formación de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mediante el área de Violencia de Género».
Marlaska también ha recordado que Interior cuenta «por primera vez en la historia» un Plan de Acción contra los delitos de odio. En este marco, ha apuntado que este plan será desarrollado «con más medios, más recursos y, sobre todo más formación».
Asimismo, ha dicho que reforzará el trabajo de protección de colectivos vulnerables. Al respecto, durante la pandemia, Marlaska ha manifestado que desde su departamento se han realizado «26.586 servicios humanitarios, más de 12.631 contactos en el marco del Plan Mayor de Seguridad y más de 300 visitas diarias de media por parte de la Guardia Civil en sus demarcaciones».
CONTINUAR CON EL CONTROL DE FRONTERAS
En otro orden de cosas, Marlaska ha explicado las cinco medidas que desde Interior implantarán para «asegurar el entorno físico». Para ello, el ministro ha puntualizado que Interior continuará «con una política de control de fronteras basada en la eficacia», en la «prevención y cooperación» con terceros países de origen y tránsito, así como «en la modernización del sistema de vigilancia integral de fronteras».
En esta línea, ha subrayado que el Gobierno «apostará por reforzar la labor que realizan las autoridades de coordinación de actuaciones frente a la inmigración irregular en la zona del Estrecho y Canarias». Desde el departamento también quieren que España «lidere» la posibilidad de que la Unión Europea cuente con una política común de fronteras «por fin», tal y como ha incidido el ministro.
En esta línea, el ministro ha declarado que se reforzará la cooperación con los países de origen y tránsito a través de encuentros bilaterales –que ya se han producido con más de 30 autoridades extranjeras– y con viajes internacionales, en concreto a Marruecos, Argelia, Senegal, Mauritania, Costa de Marfil, Guinea Conakry o Mali. En este punto, Marlaska ha apostado por mantener programas de cooperación como los que existen ya con esos países por importe de más de 17 millones de euros.
También «será una prioridad» el impulso de la reforma del Sistema de Asilo, según ha señalado el ministro, que ha recordado «el refuerzo de la Oficina de Asilo con «231 puestos adicionales a los 57 con los que contaba desde su creación en 1992». Asimismo, ha remarcado que España participará «activamente en la reforma del Sistema Europeo Común de Asilo el seno de la Unión Europea».
Relacionándolo con la necesidad de contar con «un entorno seguro tiene», Marlaska ha apostado también por «la modernización del sistema nacional de protección civil», teniendo en cuenta que durante la crisis del COVID «ha mostrado su importancia».
En cuando al sistema de seguridad vial, ha apostado por «un sistema seguro cuyo objetivo sea erradicar la violencia vial». En este contexto, ha planteado impulsar la educación vial «mediante proyectos de promoción de una movilidad segura y activa» y reforzar la formación para las personas «que tienen en sus vehículos su espacio laboral».