SER.- «Parece increíble, pero en el año en el que estamos, en una ciudad como Málaga, en una urbanización de Teatinos, todavía siguen ocurriendo cosas como ésta. El sábado al abrir el buzón de mi casa, mi marido y yo nos encontramos con esta nota«, así relata Jesús Heredia el indignante mensaje homógobo que este matrimonio halló el pasado sábado tras recoge el correo en el rellano de su bloque de viviendas.
El mensaje escrito en una cuartilla que encontraron era claro: «Maricones de mierda». «Hasta hoy (por el martes) no he podido sacar fuerza suficiente para contarlo por aquí, porque aunque sea una simple una nota, el mensaje que tiene es tan cruel que te remueve en lo más hondo, donde más duele, y te hace ver que esa herida que creías cerrada hace ya muchos años no lo está tanto», relata Heredia en su cuenta personal de Twitter y en la entrevista a la SER que puede escuchar a continuación.
En su hilo describe las sensaciones que viven: «Te hace sentir miedo, porque aunque creamos que estas cosan pasan poco, lo cierto es que pasan, y en urbanizaciones como la mía en la que vive gente aparentemente sociable, actual y tolerante, también pasan. Me ha hecho también preguntarme y plantearme muchas cosas, ¿como qué hubiera pasado si esa nota la echan en el buzón de un niño de 14-15 años que sufre homofobia en el colegio, en la calle y hasta en su propia casa? Nadie, nadie, nadie debe creerse en el derecho de causar tanto dolor, y por eso, NADIE debe quedar impune ante tal atrocidad» añade el denunciante.
Jesús Heredia cuenta la odisea que llega a vivir la pareja en su intento de denunciar lo ocurrido ante las autoridades: «y hemos actuado, denunciando o intentándolo al menos, porque desde la comisarįa central de la policía de Málaga nos dicen que allí no admiten este tipo de denuncias, ya que no ha habido amenazas ni agresión física o difusión masiva. Eso ha sido lo más indignate de todo, la sensación de vacío y desprotección que se siente ante tal respuesta por parte de las autoridades. La única solución que proponen es poner una querella el juzgado. Para lo cual debemos ir acompañados de un abogado y un procurador» lo que supondría un coste para el matrimonio «que debemos pagar nosotros. Además deberíamos saber quién ha sido. Es decir, te humillan en tu propia casa, y para poder defenderte, o incluso quejarte legalmente una de dos: te llevan al hospital de una paliza o dispones de dinero para pagar todo lo que avecina, no hay otra» relatan en las redes sociales.
El autor de la denuncia pública describe como «no se debe tolerar ni permitir que hasta la ley consiga menospreciarte de esa manera sin importar lo que de verdad se puede sentir… ‘Es como si alguien va por la calle y le dicen gilipollas o calvo de mierda, no se puede hacer nada’, palabras textuales del subinspector que nos ransmitió el agente que nos atendió.» Una situación que la pareja califica de «vergonzoso (como mínimo). A pesar de todo esto, dar las gracias al apoyo que hemos recibido tanto por parte de la presidenta de la comunidad, como del administrador, afortunadamente hay mucha buena gente por ahí, mucha más que mala».
De momento, el asunto continúa en las redes generando numerosos muestras de apoyo al matrimonio que incluso ha publicado el siguiente mensaje dirigido al autor del mensaje homófobo.