Jorge García Badía.- El fiscal sostiene que esta española atacó a dos ecuatorianas en Cartagena tras decirles: «Putas de mierda, inmigrantes que vienen a quitar el trabajo».
De María Rosa se dice que tenía problemas con la botella y que se dedicaba a recoger comida en las colas del hambre para un grupo de personas que a cambio, le daba cobijo en su casa. Lo único que está claro de esta mujer, nacida en el año sesenta, es que su pasado con antecedentes, es tan turbio como su futuro, ya que este martes se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial, para responder a dos tentativas de homicidio con tintes xenófobos que presuntamente perpetró contra dos ciudadanas de Ecuador que eran usuarias de Cáritas en Cartagena.
EL ESPAÑOL ha accedido al escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público, donde solicita penas que suman 19 años y 8 meses, contra esta ciudadana española que armada con un cuchillo, protagonizó un ataque en Cáritas que se viralizó el 16 de junio de 2022. Las víctimas de esta triste historia son María Lilian Zúñiga – Lili- y Marina de Jesús Gómez. Aquel caluroso día, sobre las cinco de la tarde, tal y como expone el fiscal, estas dos ecuatorianas acudieron a pedir comida a la calle Carlos V de Cartagena: una de las sedes que tiene esta organización de la Iglesia.
María Rosa L. J. también estaba en esa misma calle y sin venir a cuento comenzó a insultar a Lili y Marina. «La acusada se dirigió a ellas de forma despectiva con expresiones tales como: ‘Putas de mierda, inmigrantes que vienen a quitarnos el trabajo, busquen otras maneras de vivir, siempre están viviendo de las ayudas'», tal y como expone el escrito del Ministerio Público. Las dos ecuatorianas se colocaron con su carrito en la cola de Cáritas, sin entrar en ninguna disputa contra esta ciudadana española, pero eso no impidió que su mensaje de odio fuese ganando enteros.
«La acusada las siguió y las amenazó diciéndoles: ‘¡Os mato a las dos, vuelvo con un pincho!'». Pasados quince minutos, María Rosa cumplió su amenaza y regresó a la cola del hambre, esgrimiendo un cuchillo de cocina, con mango de madera, y una hoja afilada, con más de diez centímetros de longitud, con el que apuñaló a la pobre Lili. El ataque fue grabado por varios testigos y se viralizó de inmediato en redes sociales, denunciando que el supuesto móvil había sido el racismo.
El Fiscal sostiene que María Rosa perpetró el ataque con el supuesto deseo de acabar con la vida de Lili. «Con la intenc¡ón de causar la muerte, o al menos aceptando la posibilidad de que esta se produjese, le asestó a María Lilian Zúñiga una puñalada en la región lumbar, intentando asestarle una segunda puñalada, sin lograr su propósito, al intervenir Marina de Jesús en defensa de María Lilian».
«La acusada intentó huir, pero Marina de Jesús fue detrás de ella, y la acusada, con ánimo de atentar contra la vida o aceptando esta posibilidad, trató de clavarle el cuchillo de forma reiterada en la zona del pecho a Marina de Jesús, sin conseguirlo, debido a que esta se defendió con el carrito [de la compra]». En esa disputa, María Rosa terminó por el suelo, el cuchillo se le cayó debajo de un coche que estaba aparcado en la zona y la Policía Nacional la arrestó in situ: en la Alameda de San Antón.
El aparente odio con el que actuó María Rosa lo verbalizó a lo largo de esta agresión con arma blanca, incluso después de ser detenida por la Policía Nacional: «Durante el traslado de la acusada al hospital, manifestó que ‘tenía que haberte metido más el cuchillo a esa hija de puta, encima que viene aquí y nos quitan la comida. Si hubiera querido, esa no iba al hospital'». Todo ello, lleva al Ministerio Público a concluir que María Rosa «actuó impulsada por razones de discriminación, por el origen de las perjudicadas».
Lili ha necesitado 250 días para recuperarse de las lesiones que sufrió y que la llevaron a ingresar en la UCI del Hospital Santa Lucía de Cartagena, tras ser operada de la puñalada de cinco centímetros que recibió en la zona lumbar. «El ataque supuso un riesgo para la vida de la perjudicada», según zanja el fiscal. Esta tentativa de homicidio -con tintes racistas- generó gran alarma social en la Región de Murcia y un enorme debate a nivel nacional, sobre la peligrosa manera en la que estaba calando en la sociedad el discurso de Vox sobre inmigración.
Marina de Jesús también recibió atención médica para superar el insomnio y la ansiedad que padeció tras el ataque que sufrió su prima, Lili, por acompañarla a Cáritas para ayudarla a cargar la comida, debido a que padecía una trombosis en la pierna derecha. El fiscal solicita en su escrito una condena para María Rosa, de 9 años y 10 meses de cárcel, por cada una de estas dos supuestas tentativas de homicido.
La solicitud de pena se ha visto agravada por los numerosos insultos y las frases discriminatorias que esta española dedicó a las dos ciudadanas ecuatorianas. Además, se enfrenta a una orden de alejamiento durante ocho años y al pago de sendas indemnizaciones: 31.178 euros para María Lilian Zúñiga y 430 euros para Marina de Jesús Gómez. A lo largo de la vista oral que se celebrará este martes, en la Sección Quinta que la Audiencia Provincial tiene en Cartagena, se espera que testifiquen dos personas que aquel 16 de junio estaban en la sede de Cáritas.
María Rosa lleva en prisión preventiva desde que perpetró este ataque. Su defensa ha sido asumida por la letrada Susana Vicente, conocida por lograr el archivo del juicio contra Pedro: un vecino de Cartagena que fue detenido por intentar recuperar la casa okupada de su abuela. La abogada, previsiblemente, tratará de demostrar que el móvil de este intento de homicidio no fue el racismo, sino el consumo de alcohol, con el objetivo de lograr una atenuante que rebaje la más que probable condena a su clienta.