DIARIO SPORT.- Roberto Mancini criticó con dureza la convocatoria de Antonio Conte para la selección italiana, a la que llamó al argentino Franco Vázquez y al brasileño Eder Citadin, afirmando que la selección italiana «debe ser italiana».
El entrenador del Inter sorprendió con unas declaraciones en las que dejó patente que «un jugador italiano merece participar en la selección y no quien no ha nacido en el país, aunque tenga familiares italianos».
Las palabras de Mancini cayeron como una losa en Italia, teniendo en cuenta que al técnico siempre se le ha visto como un personaje muy abierto, que jugó y entrenó en el extranjero y de quien se tenía la consideración de ser una persona mucho más abierta de miras en este sentido, alejado de los postulados de Arrigo Sacchi, quien el pasado mes de febrero afirmó que en las categorías inferiores de Italia «hay demasiados negros».
«No soy el primero ni seré el último entrenador que nomine a profesionales nacidos en el extranjero. Estas son las reglas del fútbol» contestó Antonio Conte, quien tras advertir que los mejores futbolistas «deben jugar para la selección», recordó casos pasados de nacionalizados que no estuvieron puestos en duda como Camoranesi, Motta o Paletta.
Mancini, que en el Manchester City llegó a confeccionar un once sin jugadores ingleses, se retiró como futbolista en el Leicester City y como entrenador ha dirigido además del Manchester City al Galatasaray lejos de Italia.
Este nuevo capítulo de racismo deportivo que sacude al Calcio sucede al de Sacchi y al del propio presidente de la federación Carlo Tavecchio, quien el año pasado, cuando solamente era candidato al cargo declaró que «a Italia llega un cualquiera que hasta ayer comía plátanos y le ponemos de titular en la Lazio», una frase que levantó mucha polémica y provocó que fuera inhabilitado durante seis meses por la UEFA.