El Mundo.- La vinculación con grupos ultras de extrema izquierda del joven burgalés de 23 años detenido por la Policía por la agresión mortal a un joven vallisoletano relacionó al arrestado con un grupo supuestamente relacionado con Resaca Castellana, un grupo ultra de seguidores del Burgos CF. En el momento de su detención se le requisaron «multitud de pasquines del grupo ‘Mancebos BCF’», según las fuentes consultadas por este periódico, organización a la que se la relaciona con Resaca Castellana. Aunque se trata de un grupo afín, no es lo mismo que Resaca Castellana, según estas fuentes.
Horas después de publicarse la posible relación del asesino del joven vallisoletano con este grupo, Resaca Castellana emitió un comunicado a última hora de la noche para desvincular al agresor de su grupo y «lamentar» lo sucedido. En su comunicado, Resaca Castellana señalaba «ante la información falsa aparecida en diferentes medios tratando de asociar el nombre de Resaca Castellana a unos lamentables hechos ocurridos en la madrugada del sábado», desde el grupo ultra «lamentamos los tristes acontecimientos y manifestamos no tener ningún tipo de vinculación con tales actos ni con ninguna de las personas implicadas».
El nombre de Resaca Castellana ha vuelto a salir relacionado con comportamientos violentos y con diversas detenciones e implicación de sus miembros en diferentes altercados. Aunque el grupo, al igual que Mancebos BCF, no está registrado como peña oficial del Burgos CF, según confirman desde el club, su actividad está ligada desde su creación, en el año 1997, al equipo de burgalés. De hecho, su creación está relacionada con el ascenso del Burgos CF a Segunda B para animar al equipo, aunque se define desde su nacimiento como una organización «castellana y antifascista», dejando claro su perfil político.
El fútbol ha sido la excusa para poner en práctica ese «antifascismo» protagonizando enfrentamientos violentos con otros grupos ultras de ideología contraria. Uno de esos últimos altercados graves fueron los protagonizaron el 27 de noviembre de 2022 en una batalla campal multitudinaria antes de la celebración del partido de fútbol entre los equipos Burgos CF y Real Zaragoza. Horas antes del comienzo del encuentro se produjo una gran riña tumultuaria en las inmediaciones del estadio El Plantío en la que más de medio centenar de miembros de los grupos ultras Resaca Castellana, del Burgos, y Ligallo, del Zaragoza, se enfrentaron entre sí.
Este grave enfrentamiento, que forma parte de las llamadas «quedadas» entre grupos radicales para pegarse, motivó una investigación policial que, en la denominada operaciones Capucha, desencadenó la detención de 64 ultras en toda España, entre ellos integrantes de este grupo. Ya en el pasado, en el año 2010, se investigó a este grupo y se registró su sede en la calle Sagrada Familia, de donde la Policía, que detuvo a 7 personas, se incautó de varios kilos de material para fabricar artefactos explosivos de escasa potencia y cócteles incendiarios. El juzgado clausuró su sede y prohibió sus actividades.
Un año después, la Audiencia Nacional abría una investigación ante la posibilidad de que pudieran dirimirse delitos más graves, como el de terrorismo y el de asociación ilícita. Tres años después, en el año 2013, Juzgado Central de Instrucción nº2 decretó el archivo de la causa por falta de pruebas.
