Madrid investiga los comentarios despectivos de unos profesores

, | 8 abril, 2015

Las duras alusiones a padres y menores en un chat soliviantan a un municipio

casarrubuelosPILAR ÁLVAREZ. EL PAÍS.- La carta, de cinco folios, apareció el pasado jueves en los buzones de Casarrubuelos (Madrid). El escrito incluye extractos de conversaciones de un chat de los maestros del colegio público de Infantil y Primaria Tomé y Orgaz, el único centro escolar del pueblo. En él había comentarios racistas y despectivos sobre padres, alumnos y otros docentes que han soliviantado al pequeño municipio madrileño. Conversaciones que investiga la Comunidad de Madrid —que va a enviar a inspectores al centro a tomar declaración a los implicados— y que el alcalde del pueblo ha denunciado en la Guardia Civil ante el temor de que puedan “agitar y caldear los ánimos” de sus convecinos.

Las conversaciones del panfleto anónimo son extractos de un chat de WhatsApp que abrió la directora del colegio, Nieves Cobos, para comunicarse con los docentes sobre distintos eventos. Entre ellos, una conversación en la que una profesora llama “hijo putas” a los marroquíes respondiendo a otra que señala que “ningún moro es bueno”. La conversación no hacía referencia a alumnos del centro, según varios docentes. En Casarrubuelos, con 3.460 habitantes, viven apenas una veintena de marroquíes. Un estudio regional de inmigración citaba concretamente 22 pesonas en 2011.

En la parte reproducida en el anónimo hablan una decena de profesoras de los más de 20 que, según distintas fuentes, están incluidos en el chat. Arremeten contra otros compañeros (“Es tonta… más que un bocao en la polla”, dicen de una maestra) y se refieren con duros términos a padres, madres y alumnos. “¿Cómo se llama el niño guarro que está siempre castigado en el recreo?”, pregunta una. En otra conversación, otra escribe que “más vale una hostia a tiempo que cien lecciones de pedagogía”. Hablan de una madre que denunció a una de las docentes por un supuesto maltrato a sus hijos. La denunciada alude a ella como “la zorra” y añade que “el concejal Juanjo [Juan José Huélamo, alcalde y concejal de Educación] tiene unas grabaciones de ella con los hijos que flipas”.

El regidor del pueblo niega tener ninguna grabación y señala que no ha recibido hasta ahora quejas de los vecinos relacionadas con el colegio. En un bando en el que citaba a sus conciudadanos a una reunión ayer por la tarde, muestra “rechazo y repudio” a “las opiniones y comentarios vertidos en el comunicado”. Huélamo pide que se esclarezca “la veracidad” de unos contenidos que pueden “agitar y caldear los ánimos” del municipio.

Los comentarios de la directora aparecen en algunos de los extractos. Cobos señaló ayer a EL PAÍS que, al cortar el contenido, le incluyen en conversaciones en las que asegura que no participó y pide a los responsables del anónimo que den la cara. No aclara si ella había denunciado previamente ante alguna autoridad educativa los comentarios racistas y despectivos que emitieron otros o si llamó al orden a las docentes que hablaban en esos términos sobre compañeros, padres y menores.

El chat completo está incluido en la denuncia presentada por Iñaki López, exmaestro del centro, a principios de marzo ante la Inspección Educativa de la Comunidad de Madrid. Denunció por acoso laboral a la directora y a otros docentes. Los inspectores hicieron una consulta jurídica en la Consejería de Educación para ver si podían indagar en las conversaciones de un chat privado, explica un portavoz de la consejería. Y estaban a la espera de la respuesta cuando el asunto saltó a los buzones de Casarrubuelos. Ahora, investigarán si hay alguna irregularidad en las conversaciones, pero también si hay problemas de convivencia en el centro o en el trabajo de los docentes.

El profesor Iñaki López, que declinó hacer declaraciones a este periódico, se marchó en comisión de servicio a otra localidad. Su nombre aparece en una conversación aunque él no estaba incluido en el grupo del chat. En ese extracto, la directora explica que necesitaban un maestro de Educación Física y otra de Infantil. Una docente responde: “La B. podía estar embarazada de nuevo, ja ja ja, así se largaba” [en alusión a una profesora del centro que estuvo de baja tras dar a luz]. Y otra añade a continuación: “¡Dejádmela como al Iñaki y me la cargo en un trimestre!”.

Silvia Guisado y sus dos hijos aparecen en otro extracto. Esta madre y vecina del municipio, de 40 años, denunció a una de las docentes, que es interina [funcionaria sin puesto fijo]. “Tuve graves problemas con ella, insultaba a mis niños en clase”, señaló ayer. La denuncia se archivó tras el traslado de la maestra aludida, que es también quien se refería en tono despectivo a los marroquíes en el chat. “Hablaba desde el desengaño porque estuve viviendo años con un marroquí”, señaló ayer esta docente a EL PAÍS. Defiende que se expresaba con un lenguaje “coloquial” propio de un foro “privado en el que se metió a la gente para unas risas”.

Hoy martes es el primer día lectivo tras las vacaciones de Semana Santa. A las 8.30, antes de que empiecen las clases, un grupo de padres ha quedado frente a las puertas del colegio para manifestarse. “Todos los ciudadanos de este pueblo somos agraviados, focos de infección que debemos ser puestos en cuarentena”, dice el comunicado de la convocatoria, en el que se pide que “se proteja el honor de los menores y sus familias”. El mensaje a los padres, que vuela de un teléfono a otro, tampoco lleva firma de autor.

 

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