Sport.- El derbi Brondby-Copenhague, encuentro de la decimotercera jornada de la Superliga danesa, acabó con empate a cero, pero el resultado fue anecdótico después de que antes del inicio del encuentro se produjeran unos graves incidentes entre ambas aficiones que provocó que comenzara con algo de retraso. Incidentes que suelen ser habituales en este tipo de encuentros.
Alrededor de una hora antes del comienzo del partido varios seguidores del Brondby rompieron una valla y se dirigieron a la zona de los hinchas del conjunto visitante para lanzarles bengalas y objetos, lo que provocó su respuesta.
La policía tuvo que intervenir para evitar malos mayores. Según explicó en un comunicado, la gran mayoría de los espectadores que se daban cita en el estadio atendieron las instrucciones de las fuerzas de orden público y de la seguridad del club.
«En comparación con un estadio lleno con más de 26.000 espectadores, se trató de grupos más pequeños del Copenhague y del Brøndby, que eran muy agresivos y querían enfrentarse entre sí y con la policía«, explicó el inspector adjunto de policía Søren Enemark.
Según el relato de los hechos de la policía, «a las 11 de la mañana, grupos de aficionados se lanzaron fuegos artificiales dentro del estadio y forzaron un cordón. La policía intervino para calmar los ánimos después de que se arrojaran fuegos artificiales también a los agentes«, cinco de los cuales «fueron alcanzados sin resultar heridos».
Tras el partido, los espectadores del equipo visitante fueron retenidos en el estadio durante algo más de una hora.