ISABEL FERRER / WALTER OPPENHEIMER. EL PAÍS.- Los electores de un país euroescéptico de toda la vida, Reino Unido, y de uno que empieza a serlo cada vez más, Holanda, abrieron el jueves las votaciones para el Parlamento Europeo. En ambos llegaron con fuerza a las urnas las formaciones antieuropeas de extrema derecha. A pesar de que la Comisión Europea había pedido a La Haya que no publicase los resultados electorales hasta el domingo (una vez que todos los países de la Unión hayan votado), para no influir en el resto de los socios, la televisión estatal NOS difundió esta noche resultados de sondeos a pie de urna realizados por la consultora IPSOS. También se publicó un muestreo sobre voto escrutado en 150 colegios por realizado por Peil.nl, que además ha encuestado a 10.000 votantes.
Ambos avances de resultados otorgan la victoria a liberales de izquierda y democristianos, que lograrían cuatro escaños cada uno en Estrasburgo, de los 26 que corresponden a Holanda. La sorpresa de la jornada se la ha llevado el Partido por la Libertad del líder extremista y antimusulmán Geert Wilders. Ha perdido un asiento y ha quedado en tercer lugar, según el muestreo de voto escrutado, que le concede un 13% de votos. Sus tres escaños igualan a los obtenidos por liberales de derecha, socialistas radicales y socialdemócratas. Los Verdes y la coalición de los dos partidos calvinistas logran dos asientos.
Con un 35% de participación, según la estimación de IPSOS, los resultados llenaron de satisfacción a los liberales de izquierda, uno de los partidos más europeístas de Holanda. “El mensaje está clarísimo: los antieuropeos han perdido”, dijo su cabeza de lista, Sophie in ‘t Veld. El líder del grupo, Alexander Pechtold, añadió que el país había “optado por Europa con convicción”.
Los llamamientos de Wilders a abandonar la UE y el euro no han tenido el eco que esperaba, porque llegó a encabezar las encuestas que le daban hasta un 23% de los votos. La fiesta que pensaba dar en Scheveningen, el distrito costero de La Haya, se frustró y ninguno de sus candidatos quería hablar. Todo lo contrario que el Partido de los Animales que entra por primera vez en el Parlamento con un escaño y lo celebraba por todo lo alto.
Holanda es uno de los contribuyentes netos de la UE, y según datos de la Oficina Central de Planificación, en 2012 remitió a Bruselas 6.000 millones de euros y recibió como contrapartida 2.100 millones. Al ser un país rico, paga más de lo que recoge, pero tiene ventajas aduaneras, por ejemplo en el puerto de Rotterdam. Aunque alrededor de 2,2 millones de empleos dependen de la exportación a países de la UE, el único que aboga por quitarse la estrella comunitaria es Wilders. Lo dice, y lo ha escenificado. El pasado martes, recortó una bandera comunitaria en Bruselas y prometió “devolver a casa la estrella de Holanda” con todos sus poderes y atribuciones.
En el caso británico, donde no se han publicado aún sondeos a pie de urna, la campaña electoral se ha centrado en torno al nacionalista Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP) que lidera el carismático Nigel Farage, y que ha convertido una formación que nació para defender la retirada británica de la UE en un partido enemigo acérrimo de la inmigración tanto comunitaria como extracomunitaria, y que ha sido abiertamente acusado de racismo. El protagonismo de Farage en la campaña no ha hecho más que beneficiar las expectativas de voto del UKIP. Unas declaraciones en las que Farage decía que no quisiera que al lado de su casa se instalara una familia rumana parecen haber acabado fortaleciéndole aún más, a tenor de las encuestas.
Según el último sondeo de YouGov efectuado antes de la jornada de votaciones del jueves, el UKIP ganaría las europeas con un 27% de los votos, por delante de laboristas (26%), conservadores (22%) y liberales-demócratas (9%). El sondeo de Opinium para el Daily Mail da ganador al UKIP con aún más ventaja: 32% del voto frente a 25% de los laboristas, 22% los tories y un escuálido 6% para los liberales, que les dejaría a la misma altura que Los Verdes y con la terrible perspectiva de perder los 11 eurodiputados que consiguieron en 2009.
Los británicos también votaron el jueves para renovar una parte de sus ayuntamientos, incluidos los distritos de Londres. Esas elecciones, cuyos resultados se conocerán hoy viernes, quizá permitan hacer un pronóstico más sereno de lo que puede ocurrir en las legislativas de 2015, a pesar de que el análisis siempre se complica por el hecho de que se mezclan cuestiones locales a la hora de votar y no se renuevan todos los ayuntamientos del país.