CHEMA CABALLERO. CANARIAS3PUNTOCERO.-Los soldados franceses acusados de practicar sexo con niños a cambio de comida y productos de primera necesidad en la República Centroafricana quedan libres de todos sus cargos. Un juez francés ha archivado el proceso porque contra ellos solo existían los testimonios de los menores.
En abril de 2015, conocimos que las autoridades francesas investigaban si soldados franceses que participaban en una misión de Naciones Unidas en la República Centroafricana eran responsables de abusos sexuales a menores. La investigación habría comenzado en julio de 2014. Desde 2013, Francia tiene desplegadas tropas en el país centroafricano como respuesta a la ola de violencia que siguió al golpe de estado de marzo de ese año.
Los abusos habrían tenido lugar en un centro para desplazados de Bangui, la capital de la República Centroafricana. Una vez conocidos estos y ante la pasividad de la ONU, un funcionario del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Anders Kompas, envió los dosieres a la fiscalía francesa. Kompas fue suspendido y casi despedido de su puesto por filtrar documentos confidenciales. Finalmente, en enero de 2016 fue absuelto de todos los cargos en una investigación interna de la organización.
La investigación de varios periódicos puso de manifiesto que en Naciones Unidas hubo comisiones de investigación e información que se pasaban el asunto de un escritorio a otro sin resolver nada. Estamos ante un tema que siempre se ha querido mantener en el ámbito de la privacidad para no empañar el buen nombre de la organización. Fue la asociación AIDS Free World, la que tuvo el valor de proporcionar al diario británico The Guardian copias de esos documentos en abril de 2015 y gracias a ello la opinión pública conoció el caso.
Desde el momento que se hizo pública la noticia, Francia aseguró haber tomado, y que seguiría tomando, las medidas necesarias para que la verdad saliese a flote.
Al final, no hay juicio porque “los únicos testimonios que tenemos son las historias de los niños, sin otra prueba independiente”, han dicho los jueces que han archivado la causa en la que estaban implicados al menos 13 soldados.
Seis niños entre nueve y trece años habían descrito con detalles los abusos sufridos por parte de los militares franceses en el campamento de refugiados del Aeropuerto Internacional de Bangui, M’Poko, desde diciembre de 2013 hasta junio de 2014. Cuatro denunciaron haber sufrido abusos físicos y otros dos haber sido testigos de los hechos, todo a cambio de alimentos y otros regalos.
Los jueces han decidido no presentar cargos contra los soldados franceses al considerar que “algunos de los testimonios son inconsistentes” y no hay “forma de confirmar las acusaciones”. Aunque admiten que no pueden “excluir que los abusos tuvieran lugar”.
AIDS Free World piensa que nos encontramos ante “una farsa” y opina que si “las víctimas hubieran sido niños franceses la investigación no habría terminado hasta que todos los autores hubieran sido encarcelados”.
Esta última reflexión recoge muy bien el sentir de muchos al recibir esta noticia. Una vez más la impunidad se impone, los perpetradores quedan libres y las víctimas siguen hundidas en su miseria.