No será necesario que hayan acreditado su cambio de sexo oficialmente en el Registro Civil
EUROPA PRESS. LA VANGUARDIA.- Las personas ‘trans’ que cumplen condena en las cárceles de Catalunya podrán elegir centro penitenciario según el género con el que se identifican, sin que sea necesario que hayan hecho el cambio de sexo en el Registro Civil.
Así lo han anunciado la consellera Justicia de la Generalitat, Ester Capella, junto al conseller de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir El Homrani, en una comparecencia en la cárcel de mujeres de Barcelona Wad Ras tras firmar la instrucción por la que las personas presas podrán solicitar el traslado sin necesidad de acreditar oficialmente el cambio de sexo, y serán los informes del centro y la valoración de los técnicos los que decidan si se hace o no.
Los informes del centro y la valoración de los técnicos determinarán el traslado de los presos ‘trans’
“Los resultados han demostrado que la decisión es acertada”, ha valorado Capella tras conocer a dos de las tres internas en Wad Ras que han sido trasladadas a raíz de la nueva normativa, y ha señalado que las personas ‘trans’ sufren constantemente miradas de rechazo de la sociedad, y que la nueva normativa pretende reparar ese daño.
La instrucción forma parte del despliegue de la Ley 11/2014 por los derechos LGTBI, y el El Homrani ha considerado que da respuesta a una demanda histórica del colectivo trans: “Tener que vivir en privación de libertad es ya bastante duro, y más no poder hacerlo con personas del género con el que te identificas”.
Hasta el momento, para ingresar o solicitar el traslado a una prisión solo se tenía en cuenta el sexo que constaba en el documento de identidad, y las personas ‘trans’ que quieren hacerlo deben presentar informes psicológicos y acreditar que se han hormonado durante al menos dos años.
Catorce personas ‘trans’ cumplen condena en cárceles catalanas
El técnico de la Secretaría de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la víctima Miguel Ángel Esteban ha subrayado en declaraciones a los periodistas que para hacer el cambio de sexo en el Registro Civil hay que tener la nacionalidad española, por lo que muchas personas extranjeras no pueden hacerlo si la legislación de sus países de origen no lo contempla, y ha señalado que “el gran mérito de la instrucción es la capacidad de decidir de la persona”.
Hay un total de 14 personas ‘trans’ que cumplen condena en cárceles de Catalunya y podrán acogerse a la nueva normativa: hasta ahora, tres mujeres trans han sido trasladadas a la prisión de Wad Ras desde el Centre Penitenciari de Joves y desde Brians 1.
Una de las ellas es Calani, de 25 años y nacida en Perú, quien está en prisión preventiva y hace un mes que fue trasladada a Wad Ras, donde dice sentirse bien acogida y “más cómoda y más liberada” que en la cárcel de Brians 1, donde estaba antes y asegura que se sentía sola porque encuentra más sencillo conversar con chicas.
También valora que se puedan acoger a la nueva normativa todas las personas ‘trans’, hayan o no pasado por un proceso de operación: “En ciertos países de Sudamérica no, si no te has operado y no tienes nombre de mujer, sigues siendo un varón”.
Paula, de 19 años y de l’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), fue trasladada de Quatre Camins a Wad Ras hace un mes y medio, y pidió el cambio al centro de mujeres porque estaba en su anterior cárcel estaba apartada de los internos: “Estaba aislada por mi seguridad. Para no tener problemas. Los hombres están ahí solos y cuando ven a una mujer, sea ‘trans’ o ‘cis’, se vuelven locos”.
La consellera Capella ha explicado, a preguntas de los periodistas, que las tres presas trasladadas en Wad Ras estaban en zonas específicas de los centros donde cumplían condena hasta el momento, y ha detallado que lo hacían basándose en la instrucción de 2009 que contemplaba respetar la identidad con la que se identifica cada persona, ha asumido que en muchas ocasiones ha comportado “solicitud, hacer actividades solos o solas”, y que la nueva instrucción evitará estos problemas.
Paula valora que, desde el traslado, en Wad Ras sí puede asistir a actividades, está haciendo un curso de auxiliar de peluquería y en general se siente bien acogida por el resto presas, aunque apunta: “Me tengo que duchar sola. Eso también es discriminación”.