PATRICIA LÓPEZ. PÚBLICO.- María abre el candado del nuevo edificio ocupado en la madrileña calle José Abascal y que lleva nueve años abandonado, desde que la administración concursal se hizo cargo de las 50 propiedades de la empresa Forum Filatélico acusada de estafar a medio millón de familias.
Ella y su grupo de okupas de ultraderecha han cambiado todos los cerrojos, lo mismo que hicieron en los anteriores dos edificios ocupados en el último año para dar cobijo al Hogar Social Ramiro Ledesma donde la extrema derecha reparte alimentos, ropa juguetes y techo sólo entre españoles. El barrio está dividido entre los defensores de que “eso es fascismo, la solidaridad es universal y para todos” y los que aseguran “que la labor que hacen estos jóvenes es encomiable y es normal que sea sólo para españoles porque otros se llevan muchas ayudas”. Pero en lo que parecen coincidir unos y otros es que a nadie le importa la ocupación en si misma mientras, explica una vecina, “no hagan jaleo como hasta ahora”.
Discurso populista
Desde que este grupo neonazi comenzase con esta línea de actuaciones, sin utilizar la violencia y acogiendo con un discurso populista a todo español que lo necesite, 180 familias acuden una vez a la semana a recoger alimentos básicos. Sin embargo en este concepto de español no están incluidos los hijos de inmigrantes. «Que aunque hayan nacido en España y cotizado aquí no les consideramos como tal. Ser español no es tener un DNI. Además, ellos casi no han aportado con su trabajo a la caja de todos, porque los empresarios abusan de ellos y les pagan salarios nimios y en muchas veces en negro”, argumenta María.
Y es que los nuevos neonazis ya no llevan botas militares ni barras de metal. Hoy iban armados con escobas y fregonas, ideando donde colocaran “el gimnasio, la ludoteca para los niños, la biblioteca y la sala para la ropa…”. Cuelgan carteles con leyendas como “las ideas no se desalojan” y otras de claro mensaje racista y xenófobo como “Aquí se baila el chotis, no reggeton”.
Lo que están seguros es que esta vez no podrán echarles tan pronto. “Nos desalojan por una cuestión ideológica. Con las casas de extrema izquierda no se toman tanta prisa. Pero esta vez les hemos pillado en campaña electoral”.