ALFONSO L. CONGOSTRINA.- Una veintena de furgonetas de antidisturbios de los Mossos se han desplegado esta mañana ante la Audiencia de Barcelona para impedir enfrentamientos entre grupos neonazis y antifascistas justo antes de la celebración de un juicio considerado por la policía autonómica de alto riesgo. Decenas de agentes rodearon a más de dos centenares de radicales de izquierdas y a la veintena de neonazis. Gracias a la actuación policial, no se volvieron a repetir los incidentes ocurridos el pasado 9 de octubre cuando hubo algo más que empujones antes del juicio a dos antifascistas acusados de agredir a un joven ultra. En aquella ocasión, se suspendió la vista después de que uno de los imputados se presentara sin asistencia letrada.
Pese a los gritos entre grupos a la entrada de la Audiencia de Barcelona el juicio se ha celebrado con normalidad.
El 12 de octubre de 2011, el partido fascista Democracia Nacional organizó un concierto en un local del barrio barcelonés de Poblenou. Un grupo de extrema izquierda tuvo conocimiento de ello y se desplazó al lugar, donde lanzó piedras y botellas contra la puerta del establecimiento. Como consecuencia de esa actuación, las puertas del local cedieron. Un asistente al concierto recibió un impactó de una botella y una piedra en su cabeza. La víctima ha asegurado que fue entonces cuando salió mareado del local y recibió más proyectiles e incluso una patada. Fruto del incidente sufrió heridas de diferente consideración y tuvo que ser operado del cráneo.
Durante el juicio, los dos acusados han negado ser los responsables de la lluvia de piedras y otros objetos. El joven agredido sí ha identificado a los dos imputados, aunque ha entrado en diversas contradicciones.
La fiscalía ha rebajado de cinco años y cuatro meses a tres años y medio la petición de prisión para los procesados. La acusación pública ha tenido en cuenta que los dos acusados han ingresado dinero en concepto de reparación del daño causado. El juicio ha quedado visto para sentencia.
