El Español.- Los hechos se produjeron en la tarde de este domingo en el Complejo Deportivo Los Cerros, campo del San Pío X.
Lío en Valladolid. Todo en un partido entre el San Pío X y el Betis B, de la categoría Aficionado B de Primera Provincial que se celebraba en el campo local de Los Cerros, en la tarde de este domingo, 30 de octubre, a las 18.10 horas de la tarde. Los jugadores del conjunto verdiblanco abandonaron el campo después de que un jugador del conjunto local emitiera presuntamente insultos racistas contra uno de los visitantes.
“Nuestros jugadores se salieron del campo. El jugador en cuestión ya tenía tarjeta amarilla por una entrada contra el nuestro y después comenzó con los inultos racistas, por lo bajo. Nos fuimos y el árbitro decidió no reanudar el partido”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, la presidenta del Betis.
El receptor de los insultos racistas, añade la presidenta, “no estaba bien” y “se le veía alterado” tras los hechos, confiesa. Un joven de 23 años, rápido y con regate que causa “efectos negativos contra el rival”, añade Marta, por sus jugadas eléctricas.
La presidenta ha valorado positivamente la actitud de sus jugadores en apoyo del futbolista presuntamente insultado y ha finalizado que “no tiene quejas ante el comportamiento de la directiva del San Pío”.
También ha informado de que el joven, de 23 años, ha formulado denuncia particular por los hechos ante la Policía Nacional que ya está investigando lo ocurrido.
Imagen de la denuncia interpuesta por el joven.
“Nadie escuchó nada más allá del implicado”
Desde el San Pío X, en palabras de su presidente José Ignacio Margareto, ha asegurado en declaraciones a este periódico que “es mentira” y que “nadie escuchó nada más allá del implicado”.
“El futbolista acusado ha interpuesto una denuncia por injurias. En el acta, que es al final lo que cuenta, el árbitro ha reflejado que no escuchó nada”, finaliza el presidente.
El acta
En el acta, al que ha tenido acceso este periódico, el árbitro del encuentro refleja que suspendió el partido en el minuto 59 por esos gritos racistas añadiendo el término “puto negro” y el colegiado añade que “no llegando a escuchar por mi parte dicha expresión” y confirma que los futbolistas del cuadro verdiblanco abandonaron el campo tras los hechos.
El acta refleja, además, que aún encontrándose en el vestuario arbitral realizando el acta, se presentó la Policía Local en el lugar de los hechos “requiriéndome la identificación del presunto agresor verbal y la mía accediendo a tal petición”.