El Mundo.- Los aficionados del Gremio de Porto Alegre descargaron su ira contra la cabina del VAR tras la derrota de su equipo frente al Palmeiras por 1-3. Los hinchas locales estaban enfadados después de que el árbitro, asistido por el vídeo-arbitraje, anulara el gol que habría supuesto el empate a dos en los últimos minutos del partido. Después, llegaría el tercero del Palmeiras en el descuento.
Los anfitriones anotaron rápido el primer tanto del encuentro por medio del delantero Diego Souza. Sin embargo, el centrocampista Raphael Veiga lo dejó todo igual en el terreno de juego con un penalti marcado en el minuto 45 de la primera mitad y, cuatro minutos después, anotó el tanto de la remontada.
En la segunda parte, los ánimos se calentaron dentro y fuera de la cancha, sobre todo después del gol anulado al Gremio y de que el delantero Breno Lopes ampliara la ventaja del Palmeiras en el marcador, ya en el tiempo añadido, y garantizara la victoria de los paulistas.
TANGANA
La derrota deja al Gremio penúltimo en la clasificación, así que cuando el árbitro pitó el final del partido se desató la violencia. Algunos hinchas invadieron el campo, mientras otros se peleaban en las gradas. Rompieron varios equipos de fotógrafos, además de destruir la cabina del videoarbitraje (VAR). Los jugadores tuvieron que salir a la carrera del césped.
Ahora el club brasileño se enfrenta a duras sanciones, desde una multa hasta el cierre de campo durante 10 partidos o jugarlos sin público.