SERVIMEDIA. EL ECONOMISTA.- Un centenar de personas de etnia gitana se manifestaron este lunes para combatir el discurso del odio contra su pueblo, y lo hicieron acompañados de los cuatro diputados calés que han sido elegidos en las últimas elecciones generales y que ocuparán escaños en los cuatro principales partidos políticos.
La marcha, convocada por multitud de asociaciones gitanas como la Unión Romaní, comenzó a las 18.00 horas en la plaza de la Villa, donde se comenzaron a escuchar los primeros cánticos como «payos y gitanos vamos de la mano» o «no al racismo». En la cabecera, el presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, y los portavoces de las asociaciones convocantes.
En segunda fila se pudieron ver personalidades como la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, la ‘número dos’ del PP al Ayuntamiento de Madrid, Andrea Levy, o el diputado popular electo y padre de Mariluz Cortés, Juan José Cortés. Junto a ellos, los diputados y diputadas calés Sarai Giménez (Cs), Beatriz Carrillo (PSOE) e Ismael Cortés (En Comú Podem).
Actualmente, en España viven alrededor de 750.000 gitanos y, aunque sólo algo más de 10.000 viven en infraviviendas, los clichés aún persisten, como la conflictividad. «Son estereotipos que se han marcado; a mí me ha pasado que por ser gitano, me negaron alquilar una vivienda», explicó Josué, uno de los manifestantes, en declaraciones a Servimedia.
Según avanzaba la manifestación, se fueron escuchando otras proclamas como «payas y gitanas, unidas como hermanas», iniciados por un grupo de jóvenes calés. «Estamos viendo muchos casos de discriminación, de racismo y de antigitanismo en todos los espacios», señalaron desde la asociación Artemisa de mujeres gitanas.
Los organizadores también criticaron la creación de ‘guetos’ en el ámbito educativo. Según datos de la Fundación Secretariado Gitano, sólo el 20% de los menores calés que cursan la ESO llegan a finalizarla, mientras que la tasa de abandono escolar llega al 64%.
Finalmente, la marcha concluyó en la Puerta del Sol, donde las organizaciones manifestaron su oposición al discurso del odio contra los gitanos y «a los acontecimientos que están pasando en toda Europa», como la postura del vicepresidente del Gobierno italiano, Matteo Salvini, que propuso establecer una identificación especial para los gitanos.