El presupuesto destinado a la acogida de refugiados e inmigrantes se mantiene en 2018, a pesar de que el año pasado se hayan duplicado tanto las solicitudes de asilo como las llegadas en patera a España
Una buena parte de la ligera subida registrada en la cuantía global del programa se dirige a la acogida de los menores migrantes que llegan solos a las ciudades de Ceuta y Melilla, que aumenta en tres millones de euros
En los últimos años la falta de fondos dirigidos al programa de Ayuda Humanitaria a Inmigrantes ha dejado a decenas de personas sin plaza en centros de acogida tras su llegada en patera a las costas españolas
GABRIELA SÁNCHEZ. ELDIARIO.ES.- El récord histórico registrado en solicitudes de asilo en España en el último año, así como el fuerte aumento de las llegadas de migrantes en situación irregular a las costas españolas no se ven reflejados en el presupuesto previsto por el Gobierno para 2018. Tampoco ha tenido su efecto la imagen de decenas de personas durmiendo al raso ante la saturación del sistema de acogida estatal. La partida de «acciones en favor de los inmigrantes», que incluye los programas de recepción e integración de inmigrantes y refugiados experimenta una subida de un 1,7%.
El programa «Acciones a favor de los inmigrantes», incluido en la dotación presupuestaria planteada para el Ministerio de Empleo y Seguridad Social está dotada en 2018 con 318 millones de euros, frente a los 313 millones destinados el año pasado. La mayoría de los fondos, 229 millones de euros, están dirigidos al Programa de Reubicación y Reasentamiento de refugiados, siguiendo lo estipulado con el acuerdo vinculante alcanzado con los Estados miembros de la UE, del que todavía no se ha cumplido ni la mitad de las plazas comprometidas en 2015.
Una buena parte de la ligera subida registrada en la cuantía global de este programa se dirige a la acogida de los menores migrantes que llegan solos a Ceuta y Melilla: de los 3’4 millones de euros encaminados a su atención el año pasado, los presupuestos de 2018 duplican esta cifra, con 6,4 millones de euros cofinanciados con fondos europeos. El incremento llega tras un año en el que se han disparado las denuncias de ONG sobre las condiciones de los centros de menores de las ciudades autónomas, después de la muerte de dos adolescentes tutelados por el Gobierno melillense.
Por su parte, la inversión en el sistema de protección para la acogida de refugiados obtiene 24 millones de euros, según detalla el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado presentados este martes por el Ejecutivo. Se trata de la misma cifra asignada el año pasado, a pesar de que España registró en 2017 el récord de peticiones de asilo con un total de 31.120 solicitudes, más del doble de las contabilizadas el año anterior.
Lo mismo ocurre con el dinero dedicado a la primera recepción de migrantes en situación irregular. Aunque en 2017 las llegadas a las costas españolas se han duplicado con respecto al año anterior, el Ejecutivo no ha aumentado el dinero dirigido a su recepción. Los fondos del programa de ‘Ayuda Humanitaria a Inmigrantes’ se mantienen en los 11,14 millones de euros, la misma cantidad concedida en los PGE de 2017, tras el aumento del 75% registrado con respecto al año 2016, cuando la partida se había quedado prácticamente sin presupuesto.
En los últimos años la falta de fondos del programa de Ayuda Humanitaria a Inmigrantes ha tenido sus consecuencias, con decenas de personas sin plaza en centros de acogida tras su llegada en patera a las costas españolas.
Con cargo directo a este crédito, se incluye la subvención a Cruz Roja de 1,9 millones de euros destinados a la primera atención de migrantes «llegados a las costas españolas y en asentamientos».
Además, se mantiene la subvención de 100.000 euros que el Gobierno destina cada año a programas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Según describe el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, la partida «acciones en favor de los inmigrantes» tiene como finalidad «coadyuvar en la integración de los inmigrantes, solicitantes de asilo, refugiados, apátridas y personas acogidas a otros regímenes de protección temporal y subsidiaria» pero también, apuntan, «el desarrollo y promoción de acciones coordinadas y homogéneas en materia de canalización de flujos y cooperación con los países emisores de emigrante».
