El 83 % quiere relacionarse tanto a nivel personal como laboral con inmigrantes, por delante de Suecia, Irlanda o Portugal
CADENA COPE.- Los españoles son los ciudadanos europeos que más favorables se muestran a establecer relaciones sociales con inmigrantes, según un Eurobarómetro publicado hoy que muestra un mayor rechazo a la inmigración en los Estados miembros de Europa del Este. Según el informe, elaborado a partir de entrevistas realizadas en octubre en todos los Estados miembros de la Unión Europea (UE), el 83 % de los españoles es favorable a relacionarse tanto a nivel personal como laboral con inmigrantes, por delante de Suecia (81 %), Irlanda (80%) o Portugal y Holanda (79 %). Esas cifras contrastan con países como Hungría y Bulgaria, donde solo el 17 y el 15 % de los encuestados, respectivamente, afirmó sentirse cómodo relacionándose con un inmigrante, mientras que solo siete de cada cien húngaros se mostraron favorables a tener a un inmigrante como jefe.
España también se encuentra entre los países donde hay una mayorpercepción de que la integración está funcionando a nivel local, regional y estatal. El 71 % de los españoles y los británicos considera que la integración ha sido un éxito, tan solo por detrás de los irlandeses (80 %) y los portugueses (77 %). En Bulgaria, menos de la cuarta parte de la población (el 24 %) comparte esa percepción, mientras que en Estonia, Hungría y Letonia solo tres de cada diez entrevistados secundan esta afirmación.
Más allá de las divisiones entre los países del norte o el oeste de Europa y los demás, el 69 % de los ciudadanos europeos coincide en señalar que las medidas de integración son «una inversión necesaria» a largo plazo, pero solo el 51 % de los europeos que su Gobierno está haciendo lo suficiente al respecto. Otra percepción compartida por los europeos es la de que la prensa presenta a los inmigrantes de forma negativa, ya que tan solo uno de cada diez encuestados entiende que los medios de comunicación ofrecen una visión «favorable».
Los encuestados de todos los países, salvo Croacia y Estonia, sobrestimaron la proporción de inmigrantes sobre la población total, mientras que solo cuatro de cada diez europeos acertaron al constatar que el numero de inmigrantes legales supera al de ilegales.
