Público.- Las fuerzas de seguridad registraron 1.606 incidentes por delitos de odio en 2023, lo que supone un aumento de un 33,1% respecto al año anterior. El número de detenidos, por su parte, se elevó a 712, suponiendo un aumento de un 40,2% más. La mayoría de los incidentes registrados el pasado año (604) están relacionados con el racismo y la xenofobia.
En segundo lugar, están los incidentes relacionados con la discriminación por la orientación sexual o identidad de género de la víctima (364), por los que se practicaron 184 detenciones. Respecto al resto de tipologías vinculadas con los delitos de odio, destaca el número de incidentes sufridos por personas con discapacidad (un 227,3% superior a los registrados en 2022).
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha facilitado estos datos, registrados por Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Foral de Navarra, a los asistentes a la tercera reunión de la Comisión de Seguimiento del II Plan de Acción de Lucha contra los Delitos de Odio celebrada este miércoles.
Son cifras provisionales, pendientes de consolidación estadística y de la incorporación de los datos recogidos por la Ertzaintza y los Mossos d’Esquadra, que se incluirán en el balance correspondiente a 2023 que elabora la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio de la Secretaría de Estado de Seguridad.
Grande-Marlaska ha insistido en la necesidad de aumentar la sensibilización ciudadana para reducir los niveles de infradenuncia detectados en este ámbito delictivo, reforzar la colaboración interinstitucional y mejorar la cooperación con los países del entorno.
«Gran parte de las víctimas son desconocedoras de su propia condición de víctimas por lo que dependen de nuestro buen hacer no solo para ser capaces de percibirse como tales sino también para tener un acceso a la denuncia sencillo, una protección adecuada y una reparación por el delito conforme a los menoscabos sufridos», ha expresado el ministro.
Asimismo, el titular de Interior ha pedido a los asistentes a la reunión «interactuar para lograr que las víctimas de los delitos de odio tengan el apoyo, la respuesta y el trato que merecen» y ha recordado que «esta colaboración interinstitucional no puede ceñirse a lo que suceda solo dentro de nuestras fronteras porque en otros países esta lacra existe también».