LA NUEVA ESPAÑA.- «Hay gente que no debería poder entrar en los campos de fútbol. Soy una persona conocida y por eso me veo en la obligación de decir en voz alta lo que me ha ocurrido, para que se tomen medidas y se ataje este tipo de violencia. Esto no puede seguir pasando, a ese tipo de gente se le sigue dando manga ancha en los campos de fútbol». La actriz avilesina María Díaz González, «La Vikinga», pronunció ayer estas palabras apenas quince horas después de ser víctima de una agresión a la salida del partido que el pasado domingo enfrentó al Real Avilés y al Real Oviedo. «La Vikinga» relató lo ocurrido en las redes sociales y los internautas se volcaron enviando centenares de mensajes de apoyo a la actriz, integrante del reparto de la serie televisiva «Aida».
Un joven que iba gritando «Heil Hitler», «puto Sporting» y «arriba España», entre otras afirmaciones, agredió a la actriz en la calle José Cueto tras llamarla «travelo de mierda». María Díaz, socia del Avilés, había asistido al partido en el Suárez Puerta, donde se hizo fotos con decenas de aficionados del Oviedo. Pero de camino a su casa, según su relato, un grupo la acorraló entre insultos, uno de sus integrantes le pegó y a continuación la banda salió corriendo. El grupo estaba integrado por seis hombres y cuatro mujeres, de edades más próximas «a los treinta que a los veinte años», según la víctima.
«No me machacaron, me dieron un puñetazo que medio esquivé, no tuve que acabar en el hospital, pero hay gente a la que dan palizas sin que tenga eco. Esto no tiene nada que ver con el fútbol, la afición del Oviedo se está portando chapó conmigo, pero desde dentro de los clubes pueden ayudar a frenar a grupos violentos que nada tienen que ver con el deporte», apuntó la avilesina.
María Díaz explicó que el grupo en cuestión iba dando gritos por la calle y bebiendo alcohol. «Estaban muy exaltados», apuntó la actriz, extrañada porque ningún agente les diera el alto por la calle dado el alboroto que iban montando. «No digo que los detuvieran, pero al menos haberlos seguido como medida de precaución», opinó.
Según su relato, uno de ellos le gritó «travelo de mierda» al oído y cuando se giró recibió el puñetazo, que no dudó en devolver. «Esto hay que cortarlo. A la persona que pronuncie el primer insulto, a la primera consigna nazi o contra la sexualidad o identidad de los demás, hay que identificarlo. Es vergonzoso que este tipo de agresiones se vean con normalidad», denunció. «No soy un travelo, soy mujer, madre, hija, esposa, hermana, aficionada al fútbol, actriz, asturiana y muchas cosas más. Pero, ante todo, soy persona y como tal te digo que nadie merece que le zumben por su religión, ideas, sexualidad o tendencia, ni siquiera tú aunque seas un ignorante porque quieres», escribió la actriz avilesina en su perfil de Facebook, un mensaje que reiteró horas después a este periódico. «Hay que hacer algo, pero esta violencia no se puede admitir», concluyó.