En la primera Ciudad, los inmigrantes se fugan de un pabellón habilitado para descongestionar el CETI. En la segunda, 600 tunecinos están en huelga de hambre para exigir que les trasladen a la Península
ABC.- Los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) son establecimientos destinados a alojar fundamentalmente a solicitantes de asilo y tienen un régimen abierto, aunque las exigencias del confinamiento los ha convertido en lugares cerrados. Como los CIE, que se han vaciado y cerrado. Están en Ceuta y Melilla, donde están las dos únicas fronteras de Europa con África, y los tiempos difíciles del coronavirus están contribuyendo a complicar un poco más la realidad de estos establecimientos, cuya gestión diaria no es fácil.
El de Ceuta, con 512 plazas, está en estos momentos dentro de su capacidad, pero porque el gobierno local, entre otras iniciativas adoptadas con menores, ha reubicado a más de un centenar de inmigrantes adultos en un pabellón aparte para dar garantías de distancia y evitar contagios. Las fugas y los altercados dentro son constantes. En Melilla, el hacinamiento ha sido denunciado incluso por Amnistía Internacional. Hay sitio para 480 y alberga más de 1.600 adultos. El último conflicto es la huelga de hambre en la que se han declarado 600 tunecinos que en teoría tenían que haber sido trasladados hace muchos meses a la Península, reivindicación que ha cobrado fuerza durante la pandemia del Covid-19.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, mencionó el martes en rueda de prensa en La Moncloa que se están haciendo gestiones para repatriar a Túnez a estas personas. Sucede que no existe convenio para este tipo de devoluciones con ese país, lo que apuntala la reclamación de los afectados de que les saquen ya de Melilla rumbo a la Europa continental. La intención de muchos es seguir su viaje migratorio a Francia, y sospechan que es el gobierno galo el que está presionando para que se les envíe a su hogar y eso no ocurra. De algún modo, España también tiene algo que ganar si se consigue esa expulsión en tanto que en nada interesa ser el país de tránsito entre Túnez y Francia. Consta que en 2017 alcanzaron nuestro territorio 16 tunecinos de forma irregular y entre 2019 y lo que va de 2020, los seiscientos que están bloqueados en Melilla.
La protesta de estos inmigrantes comenzó la mañana del lunes con una sentada en el interior del patio del centro, dependiente de la Secretaría de Estado de Migraciones del Ministerio de Trabajo con una pancarta en la que se podía leer «Tenemos derechos CETI», y todos ellos ocupando la zona por la que atraviesan los vehículos dentro de estas dependencias. Aseguran que se mantendrán en huelga de hambre hasta que sea aceptada esa petición de traslado la Península «porque llevamos más de un año en Melilla», mientras reprochan que otros con una estancia menor han sido seleccionados para esa misma evacuación. Efectivamente, 51 personas fueron desplazadas la semana pasada y esta se prevé que sean otros 21.