«Los casos de islamofobia han crecido en un 500%»

, | 14 septiembre, 2016

isabelromeroMARÍA EUGENIA VÍLCHEZ. CADENA SER.- La Plataforma Ciudadana contra la islamofobia alerta del crecimiento de delitos de odio vinculados con los recientes atentados París y de Niza, ha pasado la barrera del insulto para transformarse en agresiones fundamentalmente a mujeres musulmanas que usan el nicab o el hiyab.  Isabel Romero, vicepresidenta de la Junta Islámica y directora general del Instituto Halal, se pone al frente de una nueva plataforma para luchar contra la islamofobia.

Plataforma ciudadana contra la islamofobia, ¿hacía falta, verdad?

Sí, hacía falta porque los casos de islamofobia se están multiplicando en Europa y en España. Es verdad que como no había un registro anterior, era difícil cuantificar el grado de impacto que tenía la islamofobia. El año pasado hicimos un informe. Este año presentaremos el de 2015, y hay un incremento de un 500 % en los casos de islamofobia. No tanto el de agresiones directas, que está empezando a haberlas con mayor intensidad, sino el de redes sociales y algún caso de islamofobia institucional.

¿Cómo cuál?

Pues aprobar normativas que impiden el desarrollo normal de la libertad religiosa. Impedir que se abran lugares de culto, sin argumentos legales de peso, favorecer movimientos de grupos vinculados a la extrema derecha, cuyo eje principal es luchar contra el Islam…

¿A qué cree que se debe ese incremento exponencial, solo a los casos en los que se vincula terrorismo con Islam?

Claro, es lo que ha disparado el fenómeno de la islamofobia, aunque yo tengo que decir que España es un país que está todavía muy lejos de los casos que se pueden estar produciendo en otros países europeos. Pero aquí está creciendo. Cada vez que hay un atentado, se multiplican los casos de islamofobia. Te digo especialmente en redes sociales, hasta nosotros en nuestra oficina, hay gente que llama y dice: pero, vosotros qué hacéis?

Es algo que, por desgracia es inevitable, pero yo creo que tenemos que ganar todos en conciencia de que el terrorismo es un hecho aislado, muy minoritario dentro de la comunidad musulmana y hay que aprender a relativizar y separar lo que somos los musulmanes de la gente que está en movimientos integristas o radicales violentos como es la gente que está en torno a lo que mueve el DAESH o el ISIS en el mundo.

¿Y esto se confunde interesadamente o simplemente es por una asociación?

Bueno yo creo que la gente ya tiene una asociación entre musulmán y violento, entre musulmán y atrasado. Ese estereotipo está construido, hay que combatirlo. Pero luego creo que hay movimientos, y cada vez con más fuerza, ocupando incluso escaños en el Parlamento Europeo, ya hay un lobby con cerca de un tercio del Parlamento que tiene como eje principal que Europa es blanca, cristiana y que todo lo que no quepa en ese abanico, no entra.

Es un poco lo que en Estados Unidos está liderando el candidato republicano, y que de alguna manera está provocando un eje en el mundo que es un choque de civilizaciones.

El hecho de que se haya detenido un ciudadano marroquí, residente en Córdoba, que ha sido detenido en Manresa por algún vínculo con estos casos de terrorismo, ¿hace saltar las alarmas?

Yo creo que no, no es significativo. La radicalización se está produciendo a través de las redes, ni siquiera por su entorno inmediato. Hay muchas familias incluso de Marruecos que no saben que sus hijos se han radicalizado. Internet es la vía principal de la captación y de difusión de la promoción de la violencia y no es significativo. No hay que alarmarse en absoluto.

Nosotros ya hace tiempo hemos detectado algún que otro caso y lo hemos puesto en conocimiento de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Yo creo que ahí se está trabajando muy bien y hay que felicitarlos. Yo creo que ese trabajo de detección y de localización antes de, es fundamental, porque realmente se puede hacer seguimiento a través de las redes y se puede ver quién se conecta a determinadas páginas, a determinados mensajes y a partir de ahí es fácil hacer seguimientos. Entonces yo creo que es preocupante pero no es significativo ni de la comunidad musulmana en Córdoba, ni que eso sea un elemento que pueda generalizarse.

¿Cómo está estructurada la plataforma y ante los casos de delitos de odio qué recomendáis?

La plataforma no es de musulmanes. Estamos personas de distintas confesiones y de ninguna. Está el movimiento contra la intolerancia también y su misión principal es sensibilizar y que seamos conscientes de que la sociedad, desde la diversidad en la que vivimos, tiene que estar alerta porque este es un fenómeno (el de los delitos de odio) que está creciendo no solo hacia el Islam. Está creciendo hacia los homosexuales, por motivos raciales o porque son más gordas, a los pobres, realmente el abanico de los delitos de odio se está agrandando, aunque la islamofobia es uno de los principales; es la bandera.

Sobre las denuncias creo que se han tomado las medidas legales oportunas. Existen fiscales de delitos de odio en prácticamente todos los municipios de España, otra cosa es como funcionen las fiscalías.

Cuando se produce una agresión nosotros siempre recomendamos que se pongan en contacto con alguna de las asociaciones que ayuda las víctimas a ser representada, porque se valora muy bien qué tipo de agresión se ha producido, qué posiblidades tiene de prosperar y generalmente se traslada a la Fiscalía y esta en función de la valoración del caso, le da trámite o se hace lo que considera oportuno.

Normalmente, se actúa ya cuando la agresión tiene un carácter físico. Pasó hace poco antes del verano que un hombre con sus perros los lanzó contra una mujer y la apaleó en el suelo. Hace poco ha sido en Barcelona. Nosotros recomendamos que se utilicen las vías legales que existen y luego se valora cada caso y por supuesto, las fiscalías de delitos de odio tienen que actuar.

¿Qué objetivo se plantean como más inmediato?

Lo más importante es la sensibilización, que la sociedad sea consciente de que mirar hacia otro lado cuando hay un delito de odio nos perjudica a todos, porque es la sociedad la que se daña cuando damos espacio a la intolerancia.  Da igual venga de donde venga. Lo mismo que decía antes, qué bien que actúan las fuerzas de seguridad del Estado, con los que se radicalizan, tienen  que cargar con el peso de la ley, pues en este caso igual. Como ciudadanos tenemos la obligación de defender nuestro espacio de convivencia, nuestro espacio que ya es diverso y yo creo que el objetivo principal es sensiblizar en ese camino, en el de la convivencia, la comprensión, el entendimiento del otro. Ese es el camino más razonable y es en el que nosotros trabajamos.

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