Los asesinatos de personas transgénero se disparan en Estados Unidos en medio de la pandemia de la covid-19

, | 13 julio, 2020

El pasado 30 de junio fue asesinada en un parking de Dallas la mujer transgénero negra Merci Mack. Fue la muerte 18º de una persona transgénero en lo que va de año, la mayoría de ellas, negras, siendo la cifra más alta de los últimos cinco años

MANUEL RUIZ RICO. PÚBLICO.- A las 6.00 de la mañana del martes 30 de junio, último día del Mes del Orgullo en las ciudades de Estados Unidos, un transeúnte encontró el cadáver de una persona en los aparcamientos de un bloque de pisos en Dallas, al sur del país.

La policía identificó a la víctima como Merci Mack, una mujer transgénero negra de 22 años. Esta muerte es la número 18º de una persona transgénero en Estados Unidos en lo que llevamos de año (una cada diez días) y supone un fuerte repunte respecto a los años anteriores. De hecho, estos primeros meses de 2020 casi duplican las cifras de 2015 y 2016, cuando en todo el año se produjeron 21 asesinatos por este motivo, según el recuento que realiza la ONG con sede en Washington Campaña de los Derechos Humanos.

El fundador de la Coalición en Defensa de los Transexuales Negros, Carter Brown, asegura, en declaraciones recogidas por la cadena NBC, que este crimen ha supuesto «un momento muy tumultuoso para la comunidad transexual de Dallas». Según Brown, desde 2016 al menos 14 personas transgénero negras han sido asesinadas en esta ciudad de Texas. No es casual.

La Campaña de los Derechos Humanos asegura que en los últimos años el 10% de todos los asesinatos de personas transgénero en Estados Unidos ocurren en dicho Estado y otro 10% en Florida. La organización matiza en sus comunicados todas las cifras con la coletilla de «al menos» porque «muchas de estas muertes pasan desapercibidas y no todas acaban contabilizándose».

Las muertes han aumentado con la pandemia

La ONG alerta, además, de que el número de estos asesinatos está aumentando con la pandemia de la covid-19. Según el recuento elaborado por la propia organización, en estos primeros seis meses de 2020 se han producido 18 crímenes como el de personas transgénero, la mayoría de raza negra. De seguir esta tendencia, se cerraría este año con 36 asesinatos, frente a los 27 de 2019, los 22 de 2018, los 25 de 2017 y los 21 de 2016 y 2015.

«El entorno aislado, así como los numerosos factores estresantes financieros y adicionales que trae [la pandemia] crea un mayor riesgo de violencia en la pareja, un riesgo que es mucho más alto para las personas LGBTQ», explica la Directora Legal de la organización, Sarah Warbelow en un comunicado.

Warbelow llama a «considerar seriamente el impacto que esta pandemia ha tenido en los índices de violencia interpersonal» y reclama a los políticos «buscar formas de abordar este tema desde un nivel legislativo y cultural». Según los datos de la ONG, el 44% de las lesbianas y el 61% de las mujeres bisexuales han sufrido algún episodio de violación, violencia física o acoso por parte de una pareja íntima, comprado con el 35% de las mujeres heterosexuales.

Otro dato alarmante es que las 18 personas transgénero asesinadas este año tenían una edad media de 27,3 años; todas ellas tenían entre 17 y 38 años. La muerte de Merci Mack en Texas se produjo además el último día del Mes del Orgullo en Estados Unidos, que se celebra en conmemoración de los altercados del bar gay Stonewall, en el Greenich Village de Nueva York, el 28 de junio de 1969, cuando una redada policial llevada para atacar a dicho colectivo desencadenó una oleada de protestas.

Discriminación doble

El caso de Merci Mack introduce un elemento de discriminación doble que afecta a las personas transgénero. Como apunta Brown, «para las personas transgénero no hay realmente espacio dentro la comunidad LGBT, y para la comunidad negra transgénero, no hay ningún lugar dentro de la comunidad negra». De este modo, añade el fundador de la Coalición en Defensa de los Transexuales Negros, «sin comunidad y sin protección de amigos u otras personas, por no hablar de la autoridad o la ley, a menudo somos atacados y eliminados como resultado de la transfobia y la homofobia. Nos sentimos como si fueros meras dianas andantes».

El mismo diagnóstico realiza el presidente de la Campaña de Derechos Humanos, Alphonso David: «Las mujeres transgénero que no son de raza blanca viven una crisis y, dentro de este colectivo, especialmente las mujeres transgénero negras«, asegura en un comunicado. «La intersección tóxica entre el racismo, el sexismo, la transfobia y el fácil acceso a las armas conspiran para negar a tantos miembros de la comunidad transgénero el acceso a la vivienda, el empleo y otras necesidades para sobrevivir y prosperar», añade David, que llama a la «necesidad urgente de actuar en todos los frentes para poner fin a esta epidemia: desde los legisladores y las fuerzas del orden hasta los medios de comunicación y nuestras comunidades».

Uno de esos ejemplos de discriminación le sucedió a Merci Mack después de ser asesinada. Según el USA Today, en el informe sobre su muerte, la policía identificó a Mack con su anterior nombre alegando que los familiares de ella «no habían ofrecido un nombre preferido [por Mack]». GLAAD, una organización de vigilancia de los medios de comunicación fundada por personas LGBTQ+, tuiteó la semana pasada que haber identificado a Merci Mack en el documento oficial de su fallecimiento con su nombre anterior «sólo aumenta el dolor de su muerte». La presidenta de GLAAD, Sarah Kate Ellis, aseguró que «usar el nombre de nacimiento en estos casos implica significar que la identidad real vivida por la persona trans en cierto modo no es real».

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