En el nuevo plan del Gobierno, que entrará en vigor el 1 de enero, los solicitantes deberán acreditar méritos como hablar inglés o tener doctorado
IVANNIA SALAZAR. ABC.- Reino Unido pondrá en marcha a partir del 1 de enero de 2021 la mayor reforma de su sistema de inmigración, justo el día en que, una vez consumado el Brexit, se terminará la libertad de movimiento entre sus ciudadanos y los de la Unión Europea.
La ministra del Interior, Priti Patel, desveló ayer los detalles en un documento de más de cien páginas que recoge la nueva política migratoria del país, y cuya principal característica es el sistema de puntos mediante el cual los solicitantes de residencia y trabajo serán evaluados. Patel afirmó que el país está «listo para recibir al mejor y más brillante talento global», ya que este nuevo sistema será beneficioso para las personas más cualificadas. Así, para que alguien reciba el visto bueno para residir y trabajar en el Reino Unido, deberá obtener los 70 puntos mínimos necesarios, que se otorgarán con base en criterios como hablar inglés con fluidez, tener un doctorado universitario o una oferta de trabajo de más de 25.600 libras al año (unos 28.500 euros), con algunas excepciones que necesitarán un mínimo de 20.480 libras anuales (unos 22.600 euros). El también conocido como «test de puntos» atribuye cierta cantidad a los candidatos según sus características o habilidades. Por ejemplo, tener una oferta de trabajo aportará 20 puntos, al igual que un doctorado.
Asimismo, se dará prioridad a trabajadores de sectores considerados indispensables pero que el mercado nacional no es capaz de cubrir, como es el caso de la ingeniería civil y la enfermería. De hecho, el Gobierno de Boris Johnson ha prometido, ante las críticas expresadas por el opositor Partido Laborista, que el nuevo sistema no afectará negativamente al NHS (el sistema nacional de salud). Para ello, ha prometido introducir un visado especial para los trabajadores del sector sanitario, sobre todo profesionales de medicina y enfermería, que han sido además indispensables durante la gestión de la emergencia por el coronavirus.
Gran reforma
Estos cambios suponen la mayor reforma del sistema de inmigración en décadas, afirmaron fuentes del ministerio del Interior, que explicaron que las fronteras quedarán cerradas para los trabajadores sin cualificación y los ciudadanos comunitarios serán tratados igual que los de cualquier otro país. Este punto ha despertado los temores en las industrias que hasta hoy han dependido de la mano de obra barata proveniente de la UE, así como en el sector educativo, que teme que haya un descenso importante en el número de estudiantes internacionales, aunque Patel afirmó que «los estudiantes internacionales podrán quedarse por un mínimo de dos años después de terminar sus estudios». Tal y como está planteado, el sistema permitirá que solo los científicos e investigadores de alto nivel puedan ingresar sin tener oferta de trabajo.
Patel señaló que «el pueblo británico votó para recuperar el control de nuestras fronteras e introducir un nuevo sistema de inmigración basado en puntos», por lo que «ahora que abandonamos la UE, somos libres de liberar todo el potencial de este país e implementar los cambios que necesitamos para restaurar la confianza en el sistema de inmigración y ofrecer un nuevo sistema más justo».
Críticas de la oposición
Sin embargo, los sindicatos, la oposición y diversos sectores han expresado su preocupación de que el sistema de visados, por el que los aplicantes deberán además pagar unas tasas, deje fuera a empleados indispensables en el sector de los cuidados, cuyos salarios no llegan al mínimo y que no serán beneficiarios del visado de salud. El Partido Laborista criticó además al Gobierno por haber «apresurado la legislación de inmigración en medio de una pandemia global», y el secretario del hogar en la sombra, Nick Thomas-Symonds, manifestó que «excluir a los trabajadores de cuidado del visado de salud es una señal clara de que este gobierno no aprecia la habilidad y la dedicación que estos roles implican, es otro insulto de este partido conservador para aquellos que han estado en la primera línea de esta crisis». El documento también confirma que los criminales extranjeros que han sido encarcelados podrían tener prohibido entrar a Reino Unido y los ciudadanos extranjeros condenados en el país se enfrentan a la deportación.
«En un momento en el que un mayor número de personas en todo el Reino Unido están buscando trabajo, el nuevo sistema basado en puntos alentará a los empleadores a invertir en la fuerza laboral nacional, en lugar de depender simplemente de mano de obra extranjera», aseveró Patel en una declaración ministerial escrita a la Cámara de los Comunes, en la que agregó: «Pero también estamos haciendo los cambios necesarios para que sea más simple para los empleadores atraer a los mejores y más brillantes trabajadores de todo el mundo».
La ministra anunció además el domingo en Calais la firma de un acuerdo entre Reino Unido y Francia sobre inmigración para «tomar medidas enérgicas contra las mafias que están detrás de la vil operación de contrabando de personas».