EFE.- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó hoy que está invitando a líderes religiosos de todo el mundo para que se manifiesten contra el racismo durante el Mundial de Fútbol 2014, que se celebrará en Brasil entre junio y julio.
«Estoy invitando a líderes religiosos del mundo a enviar manifestaciones contra el racismo y por la paz, para ser leídas durante la Copa de las Copas», señaló la jefe de Estado en un mensaje a través de su cuenta social en Twitter.
Según informó la presidenta tras su visita al Vaticano el pasado mes de febrero, el papa Francisco ya aceptó grabar un mensaje para su emisión durante el mayor evento futbolístico del mundo.
Rousseff condenó los dos últimos casos de racismo en los estadios del país del que fueron víctimas esta semana Arouca, exjugador de la selección brasileña, y el árbitro Marcio Chagas y afirmó que tras estos episodios «el fútbol brasileño fue manchado».
«Es inadmisible que Brasil, la mayor nación negra fuera de África, conviva con escenas de racismo», aseguró la mandataria, quien transmitió su solidaridad y la de todos los brasileños a Arouca y Chagas.
El volante Arouca fue blanco de insultos racistas en la noche del jueves al final del partido en que su equipo, el Santos, se impuso a domicilio por 2-5 al Mogi Mirim, con un gol del jugador, y garantizó su clasificación a la próxima fase del Campeonato Paulista, el torneo regional más importante de Brasil.
El centrocampista, que dijo tener orgullo de sus orígenes africanos, afirmó que el agresor que lo ofendió le pidió que buscara alguna selección de África y dio a entender que los negros no pueden defender la selección brasileña.
Por su parte, el pasado miércoles, el árbitro Marcio Chagas, también negro, fue repetidas veces tildado de «mono salvaje» cuando actuaba como central del partido entre el Esportivo y el Veranópolis por el campeonato regional del estado de Río Grande do Sul en la ciudad de Bento Gonçalves.
Tras el partido algunos hinchas provocaron daños en el automóvil del árbitro, que estaba estacionado en las afueras del estadio, y en el que dejaron varias cáscaras de banano.
«Vamos a enfrentar el racismo! Acordé con la ONU y con la FIFA que Copa de las Copas también será la Copa por la Paz y la Copa contra el Racismo», sostuvo Rousseff.
La de hoy es la segunda manifestación que la presidenta realiza en contra del racismo en menos de un mes. El pasado febrero el volante Tinga, del Cruzeiro, fue objeto de insultos racistas en Perú durante un partido de la Copa Libertadores frente al Real Garcilaso.