Líbano endurece normas para refugiados sirios y despierta fantasmas pasados

| 6 junio, 2019

KATHY SELEME. EFE / LA VANGUARDIA.- Las autoridades libanesas han endurecido las normas que aplican a los cientos de miles de sirios refugiados en el país, despertando los fantasmas de los problemas pasados con los palestinos afincados en el Líbano, que alimentaron la guerra civil entre 1975 y 1990.

Tras el último incidente protagonizado por estas personas, unos 400 refugiados sirios fueron expulsados hoy de un campamento informal en el que residían en Deir al Ahmar, zona de población cristiana del valle de la Bekaa, en el este del Líbano y fronteriza con Siria.

Representantes civiles y religiosos de Deir al Ahmar publicaron hoy un comunicado conjunto en el que defendieron que «la decisión de evacuar el campo fue tomada porque la seguridad pública está en peligro y constituye una medida preventiva» para salvaguardar la calma de la población.

Los refugiados habrían atacado ayer a efectivos de la Defensa Civil libanesa que estaban apagando un incendio en el área, por lo que el alcalde de Deir al Ahmar, Bachir Khodr, prohibió a los sirios circular y ordenó su expulsión, de acuerdo con la televisión libanesa LBC.

Pero según los refugiados, la Defensa Civil tardó en llegar al lugar donde se originó el incendio y ellos mismos intentaron apagarlo.

Posteriormente, el conductor de un camión de bomberos chocó contra dos tiendas de campaña de sirios y se desencadenó un altercado entre los trabajadores de emergencias y los refugiados.

Una fuente humanitaria, que pidió el anonimato, afirmó a Efe que es muy difícil saber con exactitud lo que sucedió y que las organizaciones que operan con los refugiados están buscando una solución para estas personas.

Los evacuados se encuentran en Iat, cercano a Deir el Ahmar, donde algunos tienen familiares y amigos, pero no está claro si podrán regresar al campamento, agregó la fuente.

La expulsión de estos refugiados de sus hogares precarios llega después de que las autoridades libanesas hayan decidido en abril que las viviendas no autorizadas construidas por los sirios deben ser demolidas.

«De momento son los mismos refugiados los que están demoliendo» las viviendas que infringen la normativa, explicó a Efe Josep Zapater, representante del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

Agregó que están hablando con el Ejército para que la aplicación de las normas sea «más humana», pues los refugiados construyeron sus viviendas «de buena fe» para resguardarse en invierno.

Por su parte, una fuente militar dijo a Efe que desde hace semanas han advertido a los sirios sobre la nueva medida.

«No hay que olvidar lo sucedido con los refugiados palestinos. Además entre los refugiados hay muchos terroristas y se practica la prostitución», agregó la fuente en referencia a que los campos de los refugiados palestinos que empezaron a surgir en 1948 son actualmente auténticas ciudades.

Sin embargo, el preámbulo de la Constitución libanesa prohíbe el asentamiento de los refugiados en el país, donde se calcula que más de la mitad de la población podrían ser refugiados, aunque no se ha realizado un censo desde 1932.

A todo ello, se suma la última medida anunciada por el ministro de Trabajo, Camille Abou Sleiman, para luchar contra el empleo ilegal de los extranjeros, que tienen de plazo hasta el 10 de junio para regularizar su situación.

«No se trata de una medida racista, sino de preservar la paz y estabilidad social», afirmó, asegurando que no sólo los sirios tendrán que pagar tasas, sino también los libaneses que los contraten, en un país conocido por las condiciones precarias y la explotación de la mano de obra inmigrante.

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