La Agrupación Deminista de Trabajadoras del Sexo (AFEMTRAS) y el colectivo Hetaira exigen la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana porque criminaliza la prostitución.
CADENA SER. VIRGINIA SARMIENTO.- Todas juntas, con máscaras en la cara para preservar su identidad, las prostitutas del polígono de Villaverde han denunciado lo que califican de persecución por parte de la policía a base de vejaciones y abuso de poder. En concreto apuntan al grupo 11 de la UCRIF (Unidad Central contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales), que se encarga de los delitos de trata.
El colectivo Hetaira y la Agrupación Feminista de Trabajadoras del Sexo (AFEMTRAS) denuncia públicamente esta situación, tras haberla puesto en conocimiento de autoridades e instituciones hace meses y no haber recibido respuesta. «La situación de inseguridad y vulnerabilidad de las mujeres que trabajan allí ha empeorado en el último año, desde que entró en vigor la Ley de Seguridad Ciudadana», señala Mamen Briz, cofundadora de Hetaira.
Aseguran que el acoso es constante por parte de algunos agentes, que les profieren insultos y comentarios machistas, homófobos y xenófobos: «Vete a tu país a zorrear, a España se viene a trabajar», «¿Qué dirán tus hijos?», «Con Franco no pasaría esto», «Te voy a dar dos hostias» o «Vete a fregar escaleras» son algunas de las frases que dirigen a las prostitutas, según AFEMTRAS.
Fuentes de la Delegación del Gobierno aseguran que conocían la situación y se instó a la Jefatura de Policía a iniciar una investigación al respecto a principios de año, aunque todavía no han recibido respuesta.
Mientras, las mujeres siguen siendo multadas con sanciones administrativas de 600 euros, por delitos de desobediencia: «Desobediencia a la autoridad es la fórmula encubierta del gobierno para penalizar a las mujeres por ejercer la prostitución», señala Elisa Arenas, de Hetaira. Y recuerdan que la delegada, Concepción Dancausa, les dijo hace un año que no se tramitarían denuncias hacia las mujeres, sólo hacia los clientes.
Las trabajadoras exigen el cese del acoso y la violencia institucional hacia ellas: «La persecución no ayuda en la lucha contra la trata, sino que lleva a la clandestinidad», explica Marcela, de AFEMTRAS, «y la clandestinidad lleva al abuso».
Estos colectivos han iniciado una campaña bajo el lema No hay mujeres malas, sólo hay malas leyes, contra la Ley de Seguridad Ciudadana.
