Las mujeres ‘influencers’ sufren más el acoso sistemático en las redes sociales.

, | 13 abril, 2022

El País.- Un informe de la Universitat de València afirma que estos profesionales son esclavos del algoritmo.

El estudio académico concluye con una serie de recomendaciones como que los influencers se agrupen en asociaciones que mejoren el estatus de su profesión, “dada la desigualdad existente entre las plataformas y el profesional individual”, apunta Todolí. A las plataformas, los autores les exigen más transparencia sobre los criterios que hacen estos contenidos más o menos visibles, o cuáles son las tarifas y cómo se calculan las retribuciones de cada contenido que se sube a la red.

Y, sobre todo, los investigadores proponen que haya un mayor control de los contenidos para limitar el cyberbulling o el discurso del odio. “Las plataformas deberían de ponerse las pilas y expulsar a las personas que hacen comentarios fuera de lugar”, plantea el catedrático. A la Administración pública le demanda un plan estatal contra el acoso “con la persecución de los casos más graves”. Y más claridad y asesoramiento por parte del sector público a estos creadores de contenido en temas de tributación, vistas las dificultades que alegan. Además, la gran mayoría de los pequeños influencers no declaran sus ingresos, “al parecer por desconocimiento, no por mala intención”, incluye el estudio.

Todolí recuerda que la Unión Europea trabaja en una regulación sobre transparencia algorítmica. “Esperemos que estén pronto”, concluye el catedrático.

El estudio académico concluye con una serie de recomendaciones como que los influencers se agrupen en asociaciones que mejoren el estatus de su profesión, “dada la desigualdad existente entre las plataformas y el profesional individual”, apunta Todolí. A las plataformas, los autores les exigen más transparencia sobre los criterios que hacen estos contenidos más o menos visibles, o cuáles son las tarifas y cómo se calculan las retribuciones de cada contenido que se sube a la red.

Y, sobre todo, los investigadores proponen que haya un mayor control de los contenidos para limitar el cyberbulling o el discurso del odio. “Las plataformas deberían de ponerse las pilas y expulsar a las personas que hacen comentarios fuera de lugar”, plantea el catedrático. A la Administración pública le demanda un plan estatal contra el acoso “con la persecución de los casos más graves”. Y más claridad y asesoramiento por parte del sector público a estos creadores de contenido en temas de tributación, vistas las dificultades que alegan. Además, la gran mayoría de los pequeños influencers no declaran sus ingresos, “al parecer por desconocimiento, no por mala intención”, incluye el estudio.

Todolí recuerda que la Unión Europea trabaja en una regulación sobre transparencia algorítmica. “Esperemos que estén pronto”, concluye el catedrático.

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