Las siete grandes mezquitas de Amsterdam contratan seguridad privada y acuerdan redoblar la vigilancia mientras crece la islamofobia
Detienen e identifican a dos sospechosos del atentado contra una mezquita de Quebec
IMANE RACHIDI. EL MUNDO.- Las mezquitas holandeses refuerzan su seguridad después del ataque terrorista en Quebec. A partir de ahora, las puertas de estos centros de culto permanecerán cerradas a la hora del rezo, cuando toda la gente esté congregada dentro. Es una medida peculiar y especialmente llamativa porque uno de los principios de las mezquitas es permitir la entrada a cualquier persona que lo necesite y a cualquier hora. Pero el aumento de la islamofobia -dicen- exige tomar «medidas extremas» de este estilo.
Las jeques religiosos de las cuatro mezquitas más grandes de los Países Bajos, localizadas en Ámsterdam, Rotterdam, La Haya y Utrecht, se reunieron de urgencia esta tarde para tomar la decisión. El atentado de este fin de semana en Quebec, calificado de «ataque terrorista» por el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha causado seis muertos y ha impactado a Canadá, un país aplaudido estas últimas semanas por dar la bienvenida a los refugiados que su vecino, EEUU, ha estado rechazando. El miedo a un ataque de ese estilo en Holanda, un país donde la islamofobia es cada vez más creciente, puede repetir en cualquier momento. O eso creen ellos. Y por eso intentan no poner en riesgo a sus feligreses.
El Consejo marroquíes de Mezquitas en Holanda (RMMN) aseguró en un comunicado que está «preocupado» por los visitantes de las mezquitas repartidas por todo el país. «Hemos tomado una decisión rigurosa. Tendremos que restringir el acceso, a pesar del principio de que una mezquita ha de ser un edificio público al que cualquier puede entrar en cualquier momento del día», justifican. Los acontecimientos en Quebec, advierten, no hacen más que «contribuir al crecimiento del odio contra los musulmanes de todo el mundo».
La Mezquita Azul de Ámsterdam ha optado incluso por adquirir seguridad y vigilancia adicional. «Lo que sucedió en Canadá está en línea con todos los incidentes que ya han pasado aquí», advirtió el religioso Khalil Aitblal. Además, califica de «bastante dramática» la decisión de cerrar las puertas de la mezquita durante la oración. «La mezquita es un edificio abierto y donde todo el mundo es bienvenido para encontrar descanso, pero ahora la situación exige que tomemos estas medidas», lamenta.