La Provincia.- Las familias agrupadas bajo la plataforma ‘¿Y ahora qué hacemos?’ se han congregado este miércoles en las puertas del Cabildo de Gran Canaria y en la sede de la Presidencia del Gobierno canario, desde las 9:00 hasta las 11:00 horas, en una demanda de un «recurso urgente» para atender a sus hijos e hijas jóvenes con discapacidad que han salido del sistema educativo al cumplir 21 años, pero no pueden acceder a plazas en centros ocupacionales debido a la escasez de estas.
La portavoz de la plataforma, Ruth Santana, expresó su preocupación por la situación: «Hemos llegado a un punto al que no nos hubiera gustado llegar». Las familias aún desconocen la denominada «lista de espera de la vergüenza», que reflejaría la cantidad de jóvenes que esperan una plaza en un centro ocupacional y su situación actual. Por este motivo, están solicitando la creación de un «servicio de urgencia» mientras el Gobierno y el Cabildo trabajan en la creación de plazas definitivas.
Según Santana, tanto las instituciones gubernamentales como el Cabildo estiman que habrá nuevas plazas «antes de final de año», según ha indicado en diferentes declaraciones la consejera de Política Social, Accesibilidad, Igualdad y Diversidad, Isabel Mena. «El problema lo tenemos hoy, así que la información que ofrece la consejera (Mena) es estupendo, pero nosotros lo que pedimos es que se ofrece un servicio urgente para nuestros hijos y que después se pongan a trabajar en las alternativas», comentó.
Sin acceso a servicios educativos, sociales o deportivos
Santana señala que el verdadero problema radica en cómo atender a estos jóvenes que se encuentran en casa sin acceso a servicios educativos, sociales o deportivos.
Santana propone que, dado que en el ámbito educativo existe un modelo hasta los 21 años, se creen centros con un enfoque similar para proporcionar atención hasta que se generen más plazas en centros especializados. La opción no puede ser dejar a estas personas en casa sin apoyo.
En la actualidad, la plataforma está compuesta por 61 familias, entre las cuales se incluyen 22 jóvenes mayores de 21 años que se ven directamente afectados por esta situación y se encuentran en casa sin acceso a recursos. La falta de un servicio de transición adecuado plantea un problema que se agrava con cada año que pasa y deja a más jóvenes en una lista de espera general que abarca desde los 21 años hasta la vejez, destaca Ruth Santana.
